Patrimonio 78

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PATRIMONIO INDUSTRIAL

CUENCAS MINERAS

9 771578 551003
78 10 €
Revista de patrimonio y turismo cultural
ENE-ABR 2023

Edición:

Fundación Santa María la Real del Patrimonio Histórico

Dirección de la revista:

Lucía Garrote / Carmen Molinos

Consejo editorial :

Jesús Allende, Maximiliano Barrios, Paula Conte, Zoa Escudero, Jaime García, Carmen Molinos

Redacción:

Maximiliano Barrios, Jaime García, Sandra Martín, Carmen Molinos, Jaime Nuño, Cristina Párbole, César del Valle

Colaboraciones:

Emiliano Almansa, Reyes Ávila, Mojca Bedjanic, Eduard Callís, Aquilino Delgado, Suzana Fajmut Štrucl, Gerald Hartmann, Darja Komar, Armando Llamosas, Saúl Narbona, Patrycja Obłój, Joanna Piasecka-Rodak, Daniel Rodríguez, Sonia Sánchez, Miguel Sobrino

Fotografías:

Marce Alonso, Reyes Ávila, Pablo Castro, J.M. Fernández, J.M. Delgado, Urosh Grabner, Tomo Jesenicnik, José Pascual Gorriti, Jaime Nuño, A. Romero, César del Valle, Francis Tsang, Asociación de Amantes de la Tierra de Tarnowskie Góry, Archivo Fundación Iberdrola España

Maquetación: porENDE estudio gráfico

Impresión:

Gráficas Eujoa

ISSN: 1578-5513 versión impresa

ISSN: 2386-5741 versión electrónica

Depósito Legal: P-62-2015

Foto de portada: Vallejo de Orbó. Pozo Rafael. Jaime Nuño González

Foto interior portada: Aldeadávila, junio 1957. Realización de sondeos de investigación en el cauce del río. Archivo Fundación Iberdrola España

Revivir, renacer, reinventarse

En este número de Patrimonio nos acercamos a las cuencas mineras. Recorremos Asturias con Miguel Álvarez, presidente de INCUNA, quien nos desgranará y nos ayudará a entender mejor el concepto de Patrimonio Industrial, explicándonos qué bienes lo conforman, en qué estado se encuentra, cómo debemos cuidarlo y qué nos aporta. Viajaremos a Río Tinto y Almadén para empaparnos de la experiencia de quienes supieron reconvertir y dinamizar una antigua cuenca minera, ya vacía de actividad, llenándola de vida y nuevas propuestas. Cruzaremos fronteras para comprobar que, en lugares como Polonia o Eslovenia, podemos encontrar experiencias paralelas y, posiblemente, muy similares. Analizaremos las oportunidades de futuro de otras cuencas mineras, como la palentina, donde el patrimonio industrial hoy en desuso, puede transformarse en el complemento ideal para otros patrimonios, el histórico y el natural.

Lo más importante,

de patrimonio, es conocer para poder valorar y, a partir de ahí, restaurar, conservar, difundir o, como solemos hacer aquí, llenar de vida

Con Miguel Sobrino aprenderemos que existen distintas formas de trabajar la piedra y que, quizá, lo más importante es labrarla de modo consciente, atendiendo a su esencia, sin negarnos a usar la tecnología, pero evitando a la vez, “renunciar a lo humano que aún pueda latir en cada uno de nosotros”. La mirada del fotógrafo nos llevará hasta el País Vasco y nos descubrirá el trabajo de José Pascual Gorriti, dedicado durante años a captar la vida de fábricas, industrias, máquinas, personas y modos de trabajar. Con Cristina Párbole y Daniel Rodríguez nos subiremos al Transcantábrico, para adentrarnos en su historia. Navegaremos por el canal de Castilla, nos acercaremos a Las Loras y os mostraremos un lugar único que, a veces, queda fuera de ruta: la mezquita de Almonaster la Real.

Aguilar de Campoo

Centro Tecnológico del Patrimonio

Avenida de Ronda, 1 // Aguilar de Campoo (Palencia) 979 125 000

Madrid

C/ Infantas 42 // 28004 Madrid 915 221 262

Valladolid

Casa Luelmo // C/ Ancares s/n // Valladolid 983 219 700

www.santamarialareal.org

Compartiremos con vosotros la alegría de dos premios y, cómo no, dejaremos un espacio para que los peques de la casa, puedan divertirse restaurando. Lo más importante, al fin y al cabo, cuando hablamos de patrimonio, es conocer para poder valorar y, a partir de ahí, restaurar, conservar, difundir o, como solemos hacer aquí, llenar de vida.

cuando hablamos
LA MINERÍA DEL CARBÓN EN PALENCIA Una historia y un legado 4 TRADICIÓN MINERA DE PLOMO Y ZINC Geoparque Mundial transfronterizo de KarawankenKaravanke 12 EN BUSCA DEL PASADO MINERO Una mina histórica única de plata, zinc y plomo en Tarnowskie Góry 20 LA MIRADA DEL FOTÓGRAFO José Pascual Gorriti 25 LAS MINAS DE ALMADÉN Referencia mundial del Patrimonio Industrial 32 PATRIMONIO DE CINE Steampunk y retrofuturismo industrial 37 PARQUE MINERO DE RIOTINTO 30 años de Turismo 26 LA MANO Y LA MÁQUINA Formas de trabajar la piedra 38
HISTORIAS DETRÁS DE... un viaje 45 ALDEADÁVILA Los retos de una de las presas más bellas de España 50 CAMPOS DE PETRÓLEO DE LA LORA Un sueño americano 54 FUERA DE RUTA Almonaster La Real. Castillo y antigua mezquita 58 PUENTE DE PORTUGALETE El alirón de la Revolución Industrial en el País Vasco 60 MIGUEL ÁLVAREZ ARECES Presidente de INCUNA 40 EL CANAL DE CASTILLA Las huellas de un sueño ilustrado 46 ES DIVERTIDO RESTAURAR... ...el patrimonio 64

LA MINERÍA DEL CARBÓN EN PALENCIA

UNA HISTORIA Y UN LEGADO

Esta historia comenzó con un sacerdote al que le gustaba leer la prensa. Así contaba el episodio en 1881 Ricardo Becerro de Bengoa: «Una tarde del año de 1838 volvía de Aguilar de Campoo a Salcedillo, avanzando por el áspero sendero de la subida del monte, el joven cura párroco de este último pueblo, D. Ciriaco del Río, que pocos días antes había leído en el periódico de Madrid El Castellano un artículo descriptivo sobre el carbón de piedra y su explotación. Al llegar al término que hoy se llama Casa Blanca, entre los pueblos de Orbó y Barruelo, acertó a distinguir, rodados por el suelo, unos trozos de piedra negra y lustrosa, que se apresuró a recoger y guardar con especial cuidado, en la idea de que pudieran parecerse a aquellas de que con tanto elogio se ocupaba el diario madrileño. Hizo arder parte de ellas en su agreste y elevado rincón de Salcedillo, ocupose de su descubrimiento con algunas personas entendidas de la comarca, volvió a reconocer el sitio, donde halló mayores

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Jaime Nuño González
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Mineros de Vallejo de Orbó hacia 1920. La minería del carbón en Palencia
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y seguros vestigios de la existencia del mineral, y se decidió a acudir a Reinosa, a la casa de los Sres. Collantes, que ya desde hacía bastantes años explotaban con excelentes resultados su mina de carbón lignito de las Rozas. Formose allí la primera sociedad explotadora, y pocos años después empezaron los trabajos en la cuenca del Rubagón. Así se lo he oído referir al descubridor mismo, que veterano ya, pero animoso, continúa, al frente de su curato todavía. Véase hasta dónde alcanza la influencia de un pobre artículo de periódico, que más o menos científico y relegado tal vez a la sección de variedades, lleva en sus renglones la benéfica difusión y propaganda de los conocimientos útiles».

España estaba entonces inmersa en la Primera Guerra Carlista, pero la cotidianeidad transitaba en otro plano. A partir de ese momento los acontecimientos se desarrollaron rápidamente, danto lugar a una de las etapas más efervescentes en la historia de la Montaña Palentina, una aventura que duraría algo más de siglo y medio pero que fue tan intensa como dramática, tan enérgica como, finalmente, descorazonadora.

Los procesos

Tras el hallazgo de D. Ciriaco y el registro de las primeras minas —por cierto, muchas de ellas inscritas por diversos sacerdotes de la comarca—, las explotaciones empezaron en 1844 en la cuenca del Rubagón, en los denominados «Coto de Orbó» y «Coto de Barruelo de Santullán». Fue en un principio un trabajo ímprobo, resuelto en buena medida por el joven ingeniero de minas Rafael Gracia Cantalapiedra, que muy pronto se hizo cargo de las explotaciones de Barruelo y luego de Orbó. Partiendo de la situación de que la zona era eminentemente agropecuaria y que la minería requiere mano de obra muy especializada, la primera iniciativa de las empresas era atraer personal —promoviendo una intensa y creciente inmigración—, formar en estas tareas a los lugareños y, sobre todo, evitar que estuvieran descontentos y se marcharan. Así se pusieron en marcha una serie de iniciativas tendentes a mejorar su nivel de vida, con incentivos salariales, viviendas de nueva construcción, servicios sociales punteros —colegio, abastecimiento de agua, economato, sanatorio—, o una caja de socorros —una especie de seguridad social para el minero y su familia, alimentada tanto por los trabajadores como por la empresa— que, en conjunto, ponían al minero en unos niveles de bienestar muy por encima del común de los trabajadores de la época, incluso de los de las ciudades. Es

verdad que no todos se beneficiaron de estas ventajas, que con el tiempo, además, se irían diluyendo.

La segunda mitad del siglo xix fue un período de gran crecimiento, especialmente en la cuenca oriental, la del Rubagón, que producía hulla, mientras que hacia el oeste, donde los yacimientos eran de antracita, la cosa iba mucho más despacio. También se habían denunciado numerosas minas en la década de 1840 y se habían abierto algunas, pero el momento para la zona occidental, la de Guardo y La Peña, aún tardaría medio siglo en llegar. La rápida modernización de la cuenca del Rubagón le otorgó unas ventajas

competitivas que la pusieron en la vanguardia de las explotaciones españolas. Así, fue determinante la construcción en 1864 del ferrocarril que unía Barruelo con Quintanilla de las Torres, enlazando ahí con la línea que iba hasta Madrid, ya operativa, y que dos años más tarde permitiría acceder también al puerto de Santander. Esta infraestructura convirtió a la capital de España en el principal mercado de las minas del Rubagón, hasta el punto que su alumbrado público se hacía con el gas destilado de este mineral.

En la década de 1870 «Barruelo se transformó en uno de los primeros centros de producción de España», en palabras

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El canal subterráneo de las minas de Orbó (La Ilustración Española y Americana, 08-10-1885) Barruelo de Santullán. Construcción del Pozo Calero (1910-1911) Vista del establecimiento minero de Barruelo (La Ilustración Española y Americana, 15-11-1880)

de Becerro de Bengoa, mientras que las cuencas palentinas del alto Pisuerga y La Peña-Guardo seguían bajo mínimos por la rémora del transporte en carretas de bueyes, y habría que esperar hasta final de siglo para que eso cambiara.

En 1889 Mariano Zuaznávar, un ingeniero guipuzcoano que había sido ingeniero jefe de las minas de Orbó —donde dejó una histórica huella—, creó una sociedad con capitalistas bilbaínos para trazar un ferrocarril que llevara el carbón de León y Palencia hasta la floreciente siderurgia vizcaína. Esta línea, de vía estrecha, conocida como el Ferrocarril de Bilbao-La Robla se inauguró en 1894 y supuso el impulso definitivo para las explotaciones del occidente palentino y de la montaña leonesa. Fueron quizás los mejores años para todas las cuencas, impulsadas igualmente por la Primera Guerra Mundial, cuando España, como país neutral, no solo se autoabastece sino que incluso exporta mineral. Fue también en este primer tercio del siglo xx cuando el segundo marqués de Comillas, Claudio López Bru, gestiona las minas de Barruelo y Orbó y la mayoría de las de Castrejón de la Peña, poniendo en práctica un programa de paternalismo social de la patronal, como alternativa al creciente sindicalismo de izquierdas, que se materializó en un amplio programa constructivo, cuyo mejor ejemplo será la Colonia Obrera de las Minas de Orbó, convertida después en la localidad de Vallejo de Orbó.

Con buenas ventas para la industria, la siderurgia, el ferrocarril, e incluso para los hogares, poco se ocuparon los empresarios en invertir para mejorar la competitividad, y así empezó el declive, lento pero inexorable. A esta despreocupación se sumaron las consecuencias de la «revolución» de octubre de 1934 y después de la Guerra Civil, cuando el sector de Orbó se convirtió en frente de batalla durante un año y hubo una huida importante de mineros —muchos de ellos afiliados a sindicatos de izquierda— hacia zonas republicanas. Durante el primer franquismo la nacionalización de las explotaciones y la autarquía económica revitalizaron temporalmente la producción, pero estas cuencas estaban cada vez más anticuadas. A finales de la década de 1950 la demanda decae drásticamente, sobre todo por la electrificación del ferrocarril, y las minas se privatizan de nuevo. Una manera de mantener viva la demanda fue la creación de la central térmica de Velilla, que se inauguró en 1964, pero no fue suficiente, de modo que poco a poco fueron cerrando los pozos, también los negocios, e iniciándose una emigración masiva de quienes aún estaban en edad de trabajar. Fue un proceso

muy largo, con algunos altibajos, vinculados a la existencia de más o menos subvenciones públicas. Pero a finales del siglo xx el empleo en la mina era casi testimonial, puesto que muchas explotaciones se realizaban a cielo abierto, donde la maquinaria era la fuerza de trabajo principal. El fantasma del cierre definitivo acechaba continuamente, algo que se consumó por completo en 2014, cuando ya solo estaban operativas dos minas en toda la cuenca palentina, Las Cuevas y San isidro, situadas ambas en Velilla. Empezó entonces el desmantelamiento de 170 años de historia.

El legado

Durante todo este largo periodo hubo esplendor y decadencia, actividad compulsiva y abandono, fiesta y lágrimas, muchas lágrimas… Pero ¿qué nos ha quedado de todo esto? Pues sin duda un importante legado cultural y una memoria que día a día se va diluyendo, según van desapareciendo los últimos mineros.

Aún se mantienen en pie construcciones significativas, tanto de la propia actividad como de la vida que giraba en torno a la minería. Construcciones que también van arruinándose en un proceso vertiginoso y, al parecer, irremediable. Los elementos más significativos, desde el punto de vista arquitectónico, y a la vez más antiguos, están en la cuenca oriental, la que se empezó a explotar antes y donde hubo mayor actividad constructiva complementaria.

Es muy difícil saber en qué consiste realmente este legado porque una de las cosas que no se han hecho de manera completa y

Fue determinante la construcción en 1864 del ferrocarril que unía Barruelo con Quintanilla de las Torres, enlazando ahí con la línea que iba hasta Madrid, ya operativa, y que dos años más tarde permitiría acceder también al puerto de Santander.
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Esta infraestructura convirtió a la capital de España en el principal mercado de las minas del Rubagón, hasta el punto que su alumbrado público se hacía con el gas destilado de este mineral.

rigurosa —y ni siquiera de forma superficial— es un inventario, que necesariamente debería incluir la descripción, localización, situación jurídica y evaluación de cada estructura. Las minas se clausuraron, muchas piezas metálicas se vendieron para chatarra y casi todos los locales se vandalizaron y empezaron a hundirse. Muy recientemente ha tenido lugar la liquidación de bienes de UMINSA, la empresa que acaparó en los últimos tiempos la mayor parte de las explotaciones, pero los nuevos propietarios no

parecen tener la más mínima sensibilidad para la conservación de este patrimonio histórico.

Toda la comarca conserva construcciones vinculadas a la minería, ya sea en forma de grandes chalets de los propietarios o directivos, de barriadas de trabajadores o de estructuras dedicadas a la explotación: bocaminas, castilletes, lavaderos, cargaderos... Su valor arquitectónico es desigual, pero el histórico es relevante en casi todos los casos, aunque no siempre se considere

así: las dos grandes chimeneas de la central térmica de Velilla, que fue fundamental para el sostenimiento de las minas durante medio siglo, se dinamitaron entre marzo y junio de 2022.

No podemos citar todos, pero entre los numerosos testimonios de esta historia podemos reseñar a Antracitas de Besande (Velilla), Pozo Pedrito (Villanueva de la Peña), Mina San Claudio (Castrejón de la Peña), Montabismo (Santa María de Redondo) o el complejo de San Cebrián de Mudá, con su

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Vallejo de Orbó. Lavaderos

histórica estación de ferrocarril. Pero es en la cuenca del Rubagón donde se conservan los testimonios más antiguos y significativos. Basta una visita a Barruelo de Santullán para descubrir que es un pueblo que se hizo por y para la mina, con su cerco industrial, los «cuarteles» (viviendas mineras), el Pozo Peragido o el mítico Pozo Calero, uno de los más peligrosos de toda la cuenca. O a Vallejo de Orbó, un conjunto único, la antigua Colonia Obrera de las Minas de Orbó, también con sus «cuarteles» y edificios de distinta tipología, con su Pozo Rafael o la Bocamina San Ignacio, ambos en ilusionante proceso de consolidación, una de las pocas iniciativas que se están llevando a cabo para conservar la memoria minera. Aquí se encuentran también las ruinas del Cine

Ideal, el primero que hubo en la provincia, o el Canal Subterráneo de Orbó, diseñado por Mariano Zuaznávar para sacar el carbón en barcazas desde las entrañas de la Mina San Ignacio, obra singular en España, inaugurada en 1884.

Pero no todo son construcciones, estructuras o piezas muebles. También existe un patrimonio intangible, el de los recuerdos, la cotidianeidad, la vida y el trabajo, es decir, la memoria minera. Y si los testimonios materiales se van perdiendo cada vez más aceleradamente, la memoria de la mina está una situación extremadamente frágil, porque no se ha prestado demasiado cuidado en la conservación de los archivos de cada lugar y porque la oralidad se extingue de año en año.

Algunas iniciativas tratan de mitigar en parte esta desidia, como las desarrolladas por la Asociación para la Recuperación del Patrimonio Industrial (ARPI), con sede en Vallejo de Orbó, —que ha adquirido algunos inmuebles y estructuras con la intención de restaurarlos y hacerlos visitables—, o las del Club de Entibadores Palentinos, con sede en Velilla del Río Carrión, más encaminadas hacia los trabajos y tradiciones. Pero el concurso de las administraciones públicas es absolutamente necesario y urgente para salvaguardar todo este legado… o al menos una parte significativa. Extinguida la historia no podemos dejar que se borre su legado, porque este también puede contribuir al futuro de la comarca. Sería la última gran aportación de la minería.

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La minería del carbón en Palencia Barruelo de Santullán. Pozo Calero Vallejo de Orbó. Cuarteles
La
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Castrejón de la Peña_Mina San Claudio
minería
carbón

TRADICIÓN MINERA DE PLOMO Y ZINC EN EL GEOPARQUE

MUNDIAL

TRANSFRONTERIZO DE KARAWANKENKARAVANKE

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Darja KOMAR

Suzana FAJMUT ŠTRUCL Mojca BEDJANIČ

Gerald HARTMANN

El área del Geoparque Mundial de la UNESCO transfronterizo de Karawanken-Karavanke integra 14 municipios de la región de Carintia eslovena (Koroška) y de la región de Carintia meridional austriaca (Südkärnten): Črna na Koroškem, Mežica, Prevalje, Ravne na Koroškem, Dravograd, Feistritz ob Bleiburg/ Bistrica nad Pliberkom, Bleiburg/Pliberk, Neuhaus, Globasnitz/Globasnica, Gallizien, Sittersdorf/Žitara vas, Bad Eisenkappel/ Železna Kapla, Zell/Sele y Lavamünd. Recibe su nombre de la cadena montañosa que conecta las regiones a ambos lados de la frontera entre Eslovenia y Austria y se caracteriza por una interesante historia geológica, así como por una composición rocosa diversa con minerales excepcionales, por lo que posee un rico patrimonio natural, cultural y tecnológico.

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l Geoparque Karawanken-Karavanke tiene una superficie de 1.067 km2 y una población de unos 53.000 habitantes. Desde marzo de 2013, forma parte de la Red Europea (EGN) y Mundial (GGN) de Geoparques. En noviembre de 2015 se convirtió en Geoparque Global de la UNESCO. Actualmente, la EGN incluye 94 geoparques de 28 países, y la GGN incluye 177 geoparques de 48 países. El Geoparque Mundial de la UNESCO Karawanken-Karavanke es el primer geoparque transfronterizo entre Eslovenia y Austria y uno de los cuatro Geoparques Mundiales transfronterizos de la UNESCO en el mundo. Los minerales de mena fueron la base del desarrollo de la minería de plomo y zinc a ambos lados de la zona del Geoparque Karawanken-Karavanke: bajo la montaña Petzen/Peca, situada en el lado esloveno, y Obir, en Austria. Las antiguas actividades mineras, así como las actividades geoturísticas tras el cierre de ambas minas, dieron lugar a una cooperación transfronteriza en el pasado y, en 2013, a la creación del Geoparque transfronterizo Karawanken-Karavanke.

Minería de plomo y zinc bajo la montaña Obir

Probablemente, la primera mención de minería en la zona del monte Obir se remonta a 1171, mientras que la primera evidencia documentada data de 1696. En la actualidad, más de 100 km de túneles mineros y escombreras abandonados, así como una fundición de plomo del siglo xix, son testigos de la antigua actividad minera en el macizo del Obir. En 1870, durante la construcción del llamado túnel de Markus, los mineros descubrieron las cuevas de piedra de goteo de Obir, que interesaban a los explotadores mineros no por sus formaciones kársticas especiales, sino sobre todo por los túneles naturales que permitían una progresión más rápida en profundidad. El mineral se transportaba desde Obir hasta el valle en sacos, un trabajo realizado sobre todo por las mujeres. El plomo se utilizaba principalmente para pipas y escopetas. La actividad minera en Obir empezó a declinar hacia 1900, debido sobre todo al mayor éxito de la explotación de mineral bajo la montaña Petzen/Peca, en el lado esloveno. Entre 1924-1930 y 1938-1941 se realizaron nuevas exploraciones en busca de posibles reservas, lamentablemente, sin éxito. Las cuevas de piedra de goteo de Obir se mencionaron por primera vez en las guías turísticas de Bad Eisenkappel/Železna Kapla en 1903. En aquella época ya se organizaban excursiones, aunque a menor escala, y las cuevas de piedra movediza de Obir empezaron a utilizarse con fines turísticos en 1987, con la fundación de la asociación denominada Obir-Tropfsteinhöhlen-Vereins. En la actualidad, los visitantes pueden embarcarse en un sendero subterráneo de aventura de 800 metros de longitud que ofrece una experiencia inolvidable para toda la familia. Un recorrido subterráneo que alterna túneles de mina y una cueva natural.

Tiene nueve estaciones diferentes, en las que el juego de la naturaleza se realza con efectos multimedia. A las cuevas de Obir Dripstone sólo se puede llegar desde Bad Eisenkappel/Železna Kapla en autobuses cueva y la visita subterránea sólo es posible con un guía. Además de la visita clásica, también se puede realizar una de aventura para niños, otra fotográfica y varias exclusivas.

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En 1870, durante la construcción del llamado túnel de Markus, los mineros descubrieron las cuevas de piedra de goteo de Obir, que interesaban a los explotadores mineros no por sus formaciones kársticas especiales, sino sobre todo por los túneles naturales que permitían una progresión más rápida en profundidad.

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Geoparque
Karawanken-Karavanke

Los yacimientos de mineral bajo la montaña Petzen/Peca se extienden a lo largo de al menos 10 km2 en el lado esloveno del Geoparque Karawanken-Karavanke. En esta zona se han descubierto más de 350 yacimientos, que pueden variar en tamaño y/o forma.

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Minería de plomo y zinc bajo la montaña Petzen/Peca

Los yacimientos de mineral bajo la montaña Petzen/ Peca se extienden a lo largo de al menos 10 km2 entre los municipios de Mežica y Črna na Koroškem, en el lado esloveno del Geoparque Karawanken-Karavanke. En esta zona se han descubierto más de 350 yacimientos, que pueden variar en tamaño y/o forma. La primera referencia escrita que se conoce sobre las minas de las laderas del monte Petzen/Peca data de 1424. El inicio oficial de la explotación minera se considera en 1665, cuando la corte imperial de Breže permitió a Hans Sigmund Ottenfels la excavación de plomo en el municipio de Črna na Koroškem. El principal desarrollo de la mina de plomo-zinc tuvo lugar después de 1867, cuando se creó la llamada BBU (Bleiberg Bergwerks Union). Hasta principios del siglo XX, el trabajo en la mina se realizaba completamente a mano, a pesar del constante aumento de la producción. Con la introducción de los martillos perforadores y el aire comprimido, los métodos de extracción cambiaron, aumentando el efecto del trabajo. La construcción de la fábrica de separación en el pueblo de Žerjav en 1914 fue el comienzo del procesamiento cualitativo del mineral. Durante la Primera Guerra Mundial, la mina fue importante para la producción de municiones. Tras su nacionalización después de la Segunda Guerra Mundial, siguió un periodo de explotación intensiva, que alcanzó su máximo entre 1960 y 1965. Debido a los bajos precios del plomo y el zinc en el mercado mundial, a los elevados costes de producción

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del mineral y de bombeo de agua y a la falta de fondos para investigación, la producción empezó a declinar. En consecuencia, en 1988 se tomó la decisión de detener gradualmente la explotación. En 1994 se detuvo la producción y en 2004 se terminaron definitivamente las obras de cierre. Excavando más de 1.000 kilómetros de túneles, los mineros extrajeron alrededor de 19 millones de toneladas de mineral de plomo y zinc, de las que se produjo 1 millón de toneladas de plomo y medio millón de toneladas de zinc.

Durante más de 350 años la mina estuvo en funcionamiento, proporcionando seguridad económica a muchas familias locales y propiciando un impacto significativo en la vida fuera de la mina. Tras el cierre su cierre, ha quedado un rico patrimonio técnico, cultural y natural. Con el apoyo local, los empleados de la mina de plomo-zinc consiguieron mantener abierta una parte tras su cierre definitivo. Además, algunas zonas de la mina de Mežica fueron protegidas formalmente por decretos legales. Gracias a ello, hoy en día, se dedica al turismo

sostenible y a fines educativos, de investigación y estudio. Hace un cuarto de siglo, la empresa «Podzemlje Pece» estableció la visión de que tanto la mina turística como el museo se convertirían en empresas de éxito, preservando el rico patrimonio y desarrollando así productos turísticos innovadores.

La visión se ha cumplido con creces, ya que desde 1997 se han desarrollado numerosos programas y productos. Hasta la fecha, «Podzemlje Pece» ha sido visitada por unas 400.000 personas. Con una media anual de hasta 20.000 visitantes, es uno de los destinos turísticos más transitados de la región de Koroška y del Geopark Karawanken-Karavanke.

Diferentes visitas, para distintos viajeros

El «Paseo en tren minero» comienza con un viaje en el mismo tren que antaño llevaba a los mineros al trabajo. Tras los 3,5 km de entrada en la mina, a 600 metros bajo la superficie, comienza un recorrido por los túneles de la mina de Mežica. El guía presenta la rica historia, los métodos de extracción y el equipo minero. Examinando y probando los objetos expuestos, los visitantes pueden revivir y conocer el verdadero trabajo minero. El «Recorrido por la mina en bicicleta» y el «Kayak subterráneo» son programas para visitantes aventureros que desean conocer la mina de una forma más atractiva. La aventura en bicicleta lleva a los visitantes a través de los túneles abandonados y misteriosos de la mina, donde pueden recorrer con seguridad más de 5 km de rutas subterráneas únicas de un valle a otro, acompañados por un guía formado. El Kayak es una experiencia de cinco estrellas con la marca de calidad «Slovenia Unique Experiences», en la que los visitantes reman por el río y los lagos, exploran el laberinto subterráneo, los túneles inundados y las excavaciones.

Geoparque de Karawanken-Karavanke | 19

EN BUSCA DEL PASADO MINERO

Una mina histórica única de plata, zinc y plomo en Tarnowskie

Si quieres sentir el ambiente de las antiguas labores mineras, ver cómo los antiguos mineros extraían los tesoros que la naturaleza les dejaba como un regalo o navegar por el río subterráneo en barcas, no te pierdas este viaje a una mina histórica de plata, zinc y plomo en Tarnowskie Góry, Polonia. Su singular sistema de gestión de aguas subterráneas y las instalaciones históricas postindustriales relacionadas con ella han sido inscritas en la Lista del Patrimonio Mundial de la UNESCO. Además, el patrimonio postminero de Tarnowskie Góry y sus alrededores forma parte de la Ruta de los Monumentos Industriales, basada en el patrimonio industrial material e inmaterial de Silesia. Por si esto fuera poco, en enero de 2010 pasaron a formar parte de la Ruta Europea del Patrimonio Industrial (ERIH).

Tarnowskie Góry es una pequeña ciudad (de unos 60.000 habitantes) situada en la franja norte de la Alta Silesia, en la parte sureste de la región histórica y geográfica del mismo nombre, situada hoy en su mayor parte en Polonia. Son muchas las huellas que hablan de la rica historia de la ciudad, que en el pasado estuvo dentro de las fronteras de Polonia, la Corona de Bohemia y Prusia. Algunas de ellos, como los pozos únicos y las explotaciones abandonadas, son visibles en el suelo, pero la mayoría están ocultas bajo tierra. Hay excavaciones mineras bien conservadas y accesibles, casi originales, con desagües, pasarelas, pozos y obras hidráulicas urbanas del siglo xix. Existe, igualmente, un sistema histórico de drenaje minero y de abastecimiento público de agua excepcionalmente conservado que fue pionero y el mayor de su clase en el mundo.

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Tarnowskie Góry Pasarela elevada con un manantial. Joanna Piasecka-Rodak Patrycja Obłój

Cómo empezó todo

Para comprender mejor el actual paisaje postindustrial, debemos adentrarnos un poco en la interesante historia de esta región. No cabe duda de que Tarnowskie Góry ha sido cuna de la minería y, al mismo tiempo, uno de los centros industriales más importantes de esta parte de Europa.

Los monumentos postmineros más valiosos están relacionados con dos fases principales de la extracción de mineral. En la primera fase, que duró desde aproximadamente 1490 hasta principios del siglo xvii, el plomo y la plata se extraían en numerosas minas poco profundas. La plata se vendía principalmente a las casas de moneda estatales, y la mayor parte del plomo obtenido se exportaba a otros centros mineros de Europa Central. El preciado mineral servía de apoyo a los procesos metalúrgicos de entonces.

Durante la segunda fase, que duró de 1784 a 1913, la explotación de yacimientos más profundos se realizó a gran escala por la mina real estatal prusiana llamada Fryderyk. Los pozos mineros se drenaban primero

con bombas accionadas por pisones de caballos, luego con máquinas de vapor y, por último, con galerías.

Fue entonces cuando se utilizó por primera vez en Silesia la técnica del vapor para el desagüe de minas. A finales del siglo xviii, cuando el nivel de las aguas subterráneas disminuyó debido a los trabajos mineros, se desarrollaron nuevas formas de suministrar agua para las necesidades municipales. El momento culminante fue en 1884, cuando se inauguró la toma de agua de la estación de abastecimiento. A partir de 1922, Tarnowskie Góry quedó dentro de las fronteras de Polonia. El apogeo de la extracción de minerales, la producción de plomo, plata y zinc se alcanzó a mediados del siglo xix.

En los parques urbanos de Tarnowskie Góry también se pueden encontrar vestigios culturales de la minería. Fueron intentos tempranos y exitosos de utilizar el paisaje postindustrial, que combinan escombreras de pozos inestables, pozos mineros y pequeños vertederos de roca estéril fina con una red planificada de callejuelas, árboles y otras plantas e infraestructuras típicas de los parques en una zona coherente y muy atractiva.

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Mina de plata histórica y alrededores. La mina de Tarnowskie Góry

Ver, experimentar y descubrir

Si entras en la mina para realizar una visita guiada, podrás ver el auténtico laberinto subterráneo de pozos, galerías, cámaras y túneles. Su alto valor educativo anima a visitarla tanto a escolares como a turistas individuales. Aunque la mina lleva cerrada más de 100 años, la historia sigue viva y el lugar atrae a turistas fascinados por el pasado postminero, geólogos y entusiastas del subsuelo.

En la Mina de minerales de plata, zinc y plomo de Tarnowskie Góry hay muchas atracciones. Una de ellas es un paseo en barca por 270 m de distancia. Hay que subrayar que a cuarenta metros bajo tierra la temperatura es siempre de diez grados centígrados y el tiempo en el exterior no influye en las visitas turísticas. En consecuencia, durante todo el año se pueden admirar diversas especies de setas, líquenes y fenómenos naturales insólitos, incluido el único sumidero cárstico de Europa. Además, en la cabecera del pozo se encuentra un moderno centro de educación sobre la extracción de minerales. En las instalaciones de la mina también hay un restaurante, una tienda de recuerdos elaborados a partir de minerales y un aparcamiento gratuito. El recorrido de la Mina Histórica de Plata está adaptado para personas con discapacidad.

En el Museo al Aire Libre de Máquinas de Vapor, situado junto a la mina, puedes admirar elementos como: una apisonadora, una grúa ferroviaria, un compresor, una locomotora, numerosas locomotoras de vapor, un generador eléctrico, bombas de vapor y máquinas elevadoras. En este escenario único, si el tiempo lo permite, se puede dar un paseo en el Silver Express, un tren que se desliza por las vías. Además, por Tarnowskie Góry pasa el ferrocarril de vía estrecha en funcionamiento más antiguo de Europa continental, que ofrece un viaje inolvidable.

A menos de 5 kilómetros de la mina, en el encantador Parque Repecki, se puede visitar la galería de la Trucha Negra. La única galería de drenaje que sigue en funcionamiento en Polonia y uno de los flujos subterráneos en barca más largos de Europa. A decenas de metros bajo tierra, los turistas suben a una barca y en un escenario misterioso, a la luz de lámparas de carburo, recorren una distancia de 600 m. También podrás descubrir cómo los mineros vencieron a las fuerzas de la naturaleza y conocer la extraordinaria historia y las misteriosas leyendas grabadas en la roca. Con un poco de suerte, existe la posibilidad de cruzarse con truchas flotantes o murciélagos que se preparan para el invierno. En el moderno edificio de servicios turísticos, junto al pozo Sylwester, se puede ver una exposición de más de 50 lámparas de mineros del siglo xx.

La mina de Tarnowskie Góry | 23
Pasarela de agua en el pozo Black Trout Adit.

Una oferta turística viva

La Asociación de Amantes de la Tierra de Tarnowskie Góry se dedica desde hace más de sesenta años a proteger y compartir el patrimonio industrial de Silesia. Cuidan los monumentos encomendados con especial solicitud, pensando en su futuro. Gracias a ello, la Mina de Plata Histórica se convirtió en uno de los ocho proyectos piloto del proyecto TEXTOUR, financiado por la Unión Europea, que codiseña estrategias y políticas de turismo cultural pioneras y sostenibles. En el segundo trimestre de 2022, todos los esfuerzos del proyecto piloto de Tarnowskie Góry se centraron en organizar una serie de talleres para encontrar soluciones innovadoras que reforzaran y desarrollaran la oferta de turismo cultural. La invitación al taller se dirigió a las personas que tienen un impacto significativo en el desarrollo del turismo cultural y la educación, en particular a los representantes de la Organización Local de Turismo, así como gobiernos locales y regionales, los representantes de la educación y las organizaciones no gubernamentales. El debate sobre cómo mejorar la oferta turística en Tarnowskie Góry Pilot fue muy interesante. Como resultado, los asistentes han elaborado un conjunto de actividades específicas para la zona que resultarán tanto social como tecnológicamente innovadoras. Finalmente, en junio de 2022, durante el tercer taller, consiguieron crear modelos de negocio para las actividades seleccionadas. En estos momentos, se está ultimando la Estrategia para el Desarrollo del Turismo Cultural, que se aplicará hasta el final del proyecto.

Carros de transporte en la cámara de la escombrera. 24 | La mina de Tarnowskie Góry

José Pascual Gorriti LA MIRADA DEL FOTÓGRAFO

Armando Llamosas

Dirección de Patrimonio Cultural Gobierno Vasco

José Pascual Gorriti fundó Foto Pascual en Astigarraga en 1928. En un principio dedicado a trabajos familiares, quizás esa ubicación lo llevó a trabajar desde 1950 la fotografía industrial: fábricas, edificios y máquinas, personas, modos y formas de trabajar, productos, etc. Todo lo relacionado con la industria en un sentido amplio pasó a través del objetivo de sus cámaras. Las abundantes fábricas, de todo tipo de productos, le garantizaban una demanda continua como fotógrafo, convirtiéndose en referencia para la industria guipuzcoana. Desde ese momento mantuvo siempre un interés por la fotografía documental, bien maquinaria, bien empresas, bien trabajadores y trabajadoras fundiéndose con la máquina en actividad. En todos estos ámbitos la mirada de Pascual es fuente documental

de elementos arquitectónicos únicos, a menudo desaparecidos.

El tiempo, además, ha revalorizado la faceta documental de las fotografías de Pascual. En unos años en que los retratos y posados familiares eran la principal labor del fotógrafo, resulta difícil encontrar un fondo en el que la fría máquina, más en el habitual blanco y negro, sea la protagonista. Más interesante aún es la fotografía de arquitecturas, a menudo único testigo de la industria que fue, en estado puro, sin los recrecidos ni adosados a que la producción suele obligar a estos edificios. Son edificios que, como los retratos mencionados, parecen posar en medio de paisajes, aunando la gracilidad de estructuras, a menudo horizontales, con la potencia y gravedad de los edificios.

Cuando al Gobierno Vasco se le ofreció el Fondo Pascual, hubo pocas dudas sobre la necesidad de mantener la colección unida y en manos públicas. Supone una fuente de conocimiento revalorizada por su testimonio y documentación de una industria en gran medida desaparecida y que, en aquellas formas, no volverá, pero que dejó su im-

pronta en los paisajes, en el patrimonio y en el alma de las gentes con las que convivió.

La fotografía aquí elegida, de la desaparecida empresa Tornos Pinacho, de Oiartzun, una de tantas, es una buena muestra del quehacer documental y creativo del autor. Se ha elegido por aunar los tres elementos mencionados: máquina, trabajadores y edificio. Se trata de un tiro largo, en el que el foco principal recae en dos trabajadores que atienden una gran máquina. Al fondo se repite la escena de forma idéntica, dos trabajadores y una máquina. La máquina y la industria es la protagonista, el hombre parece puesto como simple aderezo, para dar referencia de escala a las máquinas. Todo ello se enmarca en una gran nave, de las que quedan pocas, limpia y cuidada, como los posados retratos de la época, y habitual en Pascual. Se trata de fotografías claras, que documentan la industria y sobre las que no hay juicios de valor directos, no hay alienación, ni contaminación, suciedad o ambientes sombríos. Solo industrias retratadas, máquinas y, en ocasiones, trabajadores. De forma marginal y casi imperceptible, “colado” en el plano, aparece un personaje trajeado estableciendo una diferenciación social, jerárquica; un aspecto social en la imagen, aunque sea de forma marginal, casi inapreciable y, probablemente, no deseado.

La mirada del fotógrafo | 25

(HUELVA)

30 AÑOS DE TURISMO INDUSTRIAL

Saúl Narbona Márquez Coordinador del Parque Minero de Riotinto Aquilino Delgado Domínguez Director del Museo Minero de Riotinto

a Cuenca Minera de Riotinto se encuentra en la zona central y Este de la provincia de Huelva, limitando al Este con la de Sevilla. Está compuesta por los términos municipales de: Berrocal, El Campillo, Campofrío, La Granada de Riotinto, Minas de Riotinto, Nerva y Zalamea La Real, que ocupan una superficie de 622,71 km2. Su población actual es de 17.249 habitantes y la principal ocupación de esta zona desde el calcolítico hasta la actualidad, durante 5.000 años, ha sido la minería y la metalurgia, con dos períodos importantes: el romano entre los siglos ii a.C. y v d.C. y el período británico entre 1873 y 1954.

El aumento en los costes de producción y el retroceso en la competitividad por la inserción en el mercado de nuevas producciones de cobre y la aparición de nuevos minerales, fueron principalmente los motivos que obligaron en 1986 al cierre de la línea de cobre en esta milenaria mina. El declive se inició tiempo atrás, en los setenta, con la crisis energética e incluso antes, dado que ya se había vivido una relocalización de actividades hacia la capital provincial. A comienzos de los noventa, la crisis del mercado del oro trajo consigo nuevas regulaciones de empleo, que obligaron al cierre y liquidación en 2001. Catorce años después, vuelve a ponerse en operación para la obtención de concentrado de cobre.

Parque minero de Riotinto | 27

Fundación Río Tinto

Es en el año 1987, ante la crisis citada derivada de los precios del cobre, cuando la compañía Río Tinto Minera S.A. crea «Fundación Río Tinto para el estudio de la Minería y de la Metalurgia» a instancias de D. Rafael Benjumea Cabeza de Vaca, entonces consejero delegado de la compañía minera y, posteriormente, presidente de esta fundación hasta su fallecimiento en 2021.

La Fundación nace como una institución cultural privada benéfico-docente sin ánimo de lucro, que cuenta entre sus objetivos básicos: estudiar e investigar la historia de la minería y de la metalurgia, así como difundir los valores histórico-artísticos de la Cuenca minera con la creación de museos, una línea ferroviaria y un fondo documental y bibliográfico.

La progresiva recuperación y puesta en valor de elementos patrimoniales por parte de la Fundación permitió la creación de un destino turístico singular con la marca de Parque Minero de Riotinto, que inició su andadura en 1992, hace ya más de tres déca-

das. Los referentes que se tuvieron en cuenta para que mediante el turismo cultural se pudiera sostener la labor de rehabilitación y protección del patrimonio minero fueron el Bergbau Museum de Bochum (Alemania) e Iron Brigde en Shropshire (Reino Unido). Poco a poco se fueron alcanzando todas las metas previstas inicialmente y hoy la oferta turística del Parque Minero de Riotinto se concreta en varios puntos de visita.

Museo Minero de Riotinto

Edificio construido en 1927 por Rio Tinto Co., fue hospital hasta 1983. Un lustro después pasó a formar parte de los activos de Fundación Río Tinto. Se rehabilitó y adaptó para su uso como Museo. Actualmente dispone de 16 espacios expositivos con diversas áreas temáticas (geología, arqueología clásica, arqueología industrial, etnografía). Expone y explica 5.000 años de actividad minera y metalúrgica en la comarca de Riotinto. Es más, en la antigua zona de calderas y cocina del hospital se realizó la reproduc-

ción de una Mina Romana. Un recorrido de 225 metros donde están incorporados todos los elementos del laboreo romano de mina: galería, pozos, cámaras, tornos y una pareja de norias a escala 1/1, para poder entender el funcionamiento de este sistema de desagüe romano. Es el punto de visita más antiguo del Parque Minero de Riotinto.

Ferrocarril Turístico Minero

El 29 de marzo de 1873 se constituye en Londres un consorcio de capital extranjero para la explotación de las minas de Riotinto, en la provincia de Huelva, The Rio Tinto Company Limited. Una vez instala dos, para poder transportar el mineral y el producto de la fundición desde la zona de extracción y procesado, se hizo necesario la construcción de una línea férrea de 90 kilómetros hasta el puerto de Huelva, que se realizó en poco más de dos años. El importante tráfico del Ferrocarril Minero de Río Tinto determinó que llegara a contar con el parque móvil de locomotoras (vapor, diésel,

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Locomotora Nº14. Ferrocarril turístico Minero de Riotinto. J.M. Delgado

eléctricas y aire comprimido) y remolcado más importante de España tras RENFE. Este sistema ferroviario estuvo operativo hasta 1984, cuando el transporte comenzó a realizarse mediante camiones, tras 111 años de actividad. El cierre de esta línea llevó al fin del uso de las unidades ferroviarias, víctimas del expolio, la falta de mantenimiento y del propio paso del tiempo.

Con la creación de Fundación Río Tinto, los bienes patrimoniales ferroviarios pasaron a esta institución y fueron incluidos en un proyecto de recuperación y puesta en uso. De esta forma, Fundación Río Tinto, cumplía con otro de sus objetivos «recuperación del material y trazado ferroviario». Tras un primer trabajo de valoración e inventario de los elementos a recuperar, comenzaron las labores de rehabilitación para volver a poner en orden de marcha el ferrocarril de Riotinto. Era necesaria la actuación en tres frentes: parque móvil, infraestructuras ferroviarias y elementos auxiliares del ferrocarril.

El Parque Móvil se restauró con una doble finalidad: tener unidades ferroviarias

en exposición, como las locomotoras 150 y 106 en el Museo Minero o para ser puestas en orden de marcha. Actualmente están operativas tres locomotoras diésel, las 931 y 932 de la clase 500, la 933 de la clase 300, además del coche vía 942. El Parque Minero de Riotinto, tiene también operativas las dos locomotoras de vapor más antiguas de España en orden de marcha la nº 14, construida en 1875 por Beyer Peacock en Manchester y la nº 51, fabricada por Dübs en Glasgow en 1883.

La puesta a punto del ferrocarril obligó a contar con diferentes unidades remolcadas para el uso de los futuros visitantes. Las primeras piezas recuperadas fueron dos vagones originales para el transporte de trabajadores y escolares. Actualmente el ferrocarril minero dispone de seis vagones en uso, de tal modo, que se puede conformar un convoy compuesto por una locomotora y cinco vagones con una capacidad de hasta 295 pasajeros por viaje. Además, se han habilitado cuatro vagones de auxilio, dos furgones para transportar material de construcción y reparación, un vagón alji-

La progresiva recuperación y puesta en valor de elementos patrimoniales por parte de la Fundación Río Tinto permitió la creación de un destino turístico singular con la marca de Parque Minero de Riotinto, que inició su andadura en 1992, hace ya más de tres décadas.
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Galería Sta. María, mina Peña de Hierro. J.M. Fernández

be para el servicio con las locomotoras de vapor, junto a varias plataformas y bateas para servicios en la vía.

Por último, se rehabilitaron 11 km. de vía férrea, con todos los sistemas de señalización, cambio y cruzamiento necesarios para su correcto funcionamiento. Se restauraron dos de las estaciones y se construyó ex novo el centro de recepción de visitantes y todos los servicios requeridos para su uso por parte de grupos y visitantes individuales. El Ferrocarril Turístico Minero se inauguró el 4 de noviembre de 1994 y es desde entonces el punto de visita más demandado del Parque Minero de Riotinto.

Aprovechando las infraestructuras rehabilitadas para el Ferrocarril Minero, en 2018 se desarrolla un nuevo producto turístico: El Tren de la Luna, que permite realizar el recorrido en ferrocarril las noches de verano más cercanas a la luna llena. Al llegar a la estación término de los Frailes, los visitantes cenan y tienen un rato de convivencia viendo como la luna llena llega a su cenit, amenizados con música en directo. Este producto se ha consolidado como uno de los de mayor demanda en las noches veraniegas onubenses.

Mina Peña de Hierro

Trabajada ya en época romana no volvió a ser explotada hasta mediados del siglo xix, cuando el industrial vasco Agapito Artaloitia comienza las operaciones en 1853. Dos compañías británicas, The Penninsular Copper Co primero y The Peña Copper Mines Ltd. explotaron esta mina entre 1883 y 1955. Un tiempo en el que lograron extraer 3.922.780 toneladas métricas. Además, se construyeron y ampliaron todas las infraestructuras mineras necesarias, así como los distintos poblados de Peña de Hierro que llegaron a albergar 900 habitantes.

En 1955, la explotación pasó a manos españolas (Compañía Nacional de Piritas S.A.), pero la bajada de los precios de los metales en el mercado internacional determinó la falta de rentabilidad de esta mina apenas cinco años después. En 1972 Explosivos Río Tinto se hizo con la concesión y finalizó todos los trabajos de mantenimiento. Peña de Hierro pasó a formar parte de los activos de la Fundación Río Tinto años más tarde. Todos los trabajos de restauración se desarrollaron, con los recursos propios de la fundación y con la colaboración de diversas instituciones públicas, como la Consejería de Innovación, Ciencia y Empresa, EGMA-

SA y la Consejería de Turismo de la Junta de Andalucía, el Proyecto ITUR del Programa INTERREG III-A Cooperación Transfronteriza España-Portugal, liderado por la Diputación de Huelva y la Mancomunidad de Municipios Cuenca Minera de Riotinto y, en especial, la Consejería de Empleo -a través de programas de Escuelas Taller y Talleres de Empleo.

Peña de Hierro se rehabilitó en cuatro fases. En la primera se acondicionó el acceso por carretera para acceder a la mina y labores necesarias de limpieza, desescombro y drenaje de aguas ácidas. En la segunda se adecuó una zona para aparcamiento y se establecieron sendas peatonales para marcar el recorrido de los visitantes. La tercera fase estuvo destinada a labores de seguridad, concretamente, a construir el muro perimetral de su corta minera. Durante la cuarta fase se rehabilitó el túnel Santa María, una labor minera de 214 metros de longitud que lleva hasta el nivel del agua de la corta a cielo abierto. En esta fase, además, se rehabilitó como Centro de interpretación el Grupo Pilones, un edificio que originalmente tuvo uso de viviendas para posteriormente servir como talleres de mantenimiento.

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Sala del ferrocarril y la minería. Museo Minero Ernest Lluch. J.M. Fernández

Casa 21, Sección Etnográfica del Museo Minero

Situada en el Barrio Inglés de Bella Vista, es una vivienda construida en 1885 para acoger a los técnicos que trabajaban en las minas y a sus familias. Adquirida por Fundación Río Tinto a finales de los noventa, los trabajos de recuperación de este inmueble consistieron básicamente en retrotraerlo a la arquitectura original de su construcción, para, posteriormente, musealizarlo. Su visita es un viaje al pasado para conocer de primera mano cómo era la vida cotidiana en Riotinto de una familia de técnicos británicos a fines del siglo xix. Entre las prácticas que trajeron para sus ratos de ocio estaban los denominados «sports», que convirtieron a Riotinto en la cuna de los deportes británicos en España, como demuestra la creación del English Club, que desde su origen tenía cuatro secciones: tenis, fútbol, cricket y polo.

El recorrido por el Parque, ha incorporado también, la explotación a cielo abierto de Masa San Dionisio, conocida como Corta Atalaya. Su excavación comenzó en 1907 y estuvo operativa hasta 1992. Tiene unas dimensiones de 1.200 metros de largo por 900 metros de ancho y 345 metros de

profundidad. Cada banco tiene una altura media de 15 metros. Durante la visita a este espacio, podremos ver cómo en un primer momento, todo el trabajo de extracción se realizaba con excavadoras sobre ferrocarril y locomotoras, que se sustituirían después por excavadoras diésel y camiones.

Marte en la Tierra

La última novedad de la oferta turística es la visita «Marte en la Tierra» por la similitud con este planeta de los paisajes de Riotinto. No en vano, aquí se han realizado pruebas de tecnologías y equipos que posteriormente han sido utili szados en diferentes proyectos científicos, así como trajes y módulos experimentales, que, hoy por hoy, son piezas clave del nuevo punto de visita. Sobre un antiguo depósito de estériles de planta del concentrador de cobre y el escorial de la fundición, se han adaptado y tematizado itinerarios que permiten explicar las analogías de Riotinto con la Luna o el «planeta rojo». Así, la combinación de recorridos a pie y en tren neumático, permiten al visitante adentrarse en paisajes labrados por la mano de sal hombre y transformados por los agentes atmosféricos.

Un enclave industrial único

La importancia patrimonial de la Cuenca Minera de Riotinto ha determinado que la Junta de Andalucía, la declarara Bien de Interés Cultural con la categoría de Zona Patrimonial. Además, alberga un ecosistema único en el mundo, el río Tinto, declarado Paisaje Natural Protegido y, por si todo esto fuera poco, la montera de gossan de Peña de Hierro cuenta con la declaración de Monumento Natural de Andalucía.

Del mismo modo, el trabajo de la Fundación Río Tinto a lo largo de más de tres décadas, así como el propio Parque Minero, ha sido reconocido con diversos galardones, como el Premio Andalucía de Turismo, el Henry Ford o el Europa Nostra. Además, el Parque Minero de Riotinto está Declarado destino de interés preferente para los escolares. También cuenta con una consideración preferente en la Ruta Europea de Patrimonio industrial (E.R.I.H.), como Anchor point. Datos todos ellos, que convierten a este enclave de la provincia de Huelva en el primer destino de turismo industrial de nuestro país.

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Las «Tierras rojas», visita Marte en la Tierra. J.M. Delgado
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Reyes Ávila Bercial Director del Área de turismo y cultura de MAYASA Emiliano Almansa Rodríguez Presidente de MAYASA
Las minas de Almadén | 33

Patrimonio y desarrollo sostenible

Un conjunto de aspectos patrimoniales que excede en sí el ámbito del patrimonio industrial para abarcar también aspectos de corte sociopolítico, la innovación tecnológica, la investigación médica y los valores y el conocimiento medioambiental. El reto, al fin y al cabo, es generar un ciclo viable que permita convertir este gran conjunto en un marco sostenible no solo para las minas, sino también para la comarca de Almadén en Ciudad Real.

Como tantos otros, el complejo patrimonial industrial de Minas de Almadén nace de un proceso de transición productiva asociado al cierre de la explotación industrial y minera, combinado con la búsqueda de alternativas económicas inspiradas en modelos turístico-culturales europeos de gran calado. En España, este tipo de relación entre patrimonio y turismo, si bien no supone una novedad radical, ha tenido un desarrollo parcial y de menor alcance. En el caso de las Minas de Almadén, en un contexto rural y medioambiental de gran calidad, pero escasa vocación turística, abrumado por problemas demográficos y productivos, el proyecto se centra en abordar un programa competitivo que impulse el conjunto minero como un modelo de gestión cultural de base temática industrial capaz de integrar una oferta diversa y muy atractiva.

La historia de España desde Almadén

Existen evidencias de la explotación del cinabrio y el mercurio de Almadén en periodos remotos, pinturas parietales paleolíticas o enterramientos neolíticos. Antes de la etapa romana, hay constancia de abundantes asentamientos permanentes en la comarca vinculados a la extracción mineral. La ingeniería minera romana impulsó aquí un complejo de relevancia basado en la extracción de cinabrio y producción de bermellón para la pintura artística, que puede reconocerse incluso en los rojos de los frescos pompeyanos. Se definía así un modelo productivo que contribuyó a sentar la base del sistema de comercio y transporte entre Roma y la periferia.

El largo dominio musulmán hizo de las minas de Almadén el foco del abastecimiento de azogue para la medicina y la alquimia de todo el mundo medieval. Tras la conquista castellana en el siglo xiii, la Orden de Calatrava continuó la producción de azogue y bermellón para Europa, el Mediterráneo y Asia, lo que permitió la consolidación económica y territorial del sur de Europa.

Durante el siglo xvi y parte del xvii la mina fue arrendada por la corona española a la familia de banqueros alemanes Fugger, como pago a sus préstamos para la proclamación de Carlos V como emperador del Sacro Imperio Romano Germánico. A

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Minas de Almandén. Parque minero. Galería de mina. Foto: Reyes Ávila

partir de 1555 los avances tecnológicos en el proceso de amalgamación del oro y la plata con mercurio, fueron determinantes para entender la presencia española en las colonias y explicar la génesis del enorme flujo comercial y económico que impulsó los modelos empresariales y proto-capitalistas de este periodo. En este sentido, la producción de Almadén resultó clave para la consolidación del imperio español y, por ende, para la expansión del sistema monetario y la economía europea.

La necesidad de modernizar la explotación de la mina a partir del gran incendio de 1755 conllevó un replanteamiento profundo en la ingeniería minera que coadyubó a la creación en 1777 y por iniciativa de Carlos III, de la Casa Academia de Minas de Almadén, cuarta más antigua de Europa y primera institución de este tipo en España. Un espacio que acogió técnicos de mina alemanes que contribuyeron al intercambio y la consolidación científica, especialmente de la geometría subterránea y mineralogía. Resultado de este proceso modernizador es

el plan de ordenación urbana de la época, que afectó tanto a la organización del viario como al levantamiento de edificios de calidad de carácter civil y funcional, como la propia Casa Academia, la Real Cárcel de Forzados, la plaza de toros de Almadén y el Real Hospital de Mineros de San Rafael. Todos ellos incluidos en la declaración de Patrimonio de la Humanidad. Otro hito fue la fundación del Real Hospital, que propició un modelo de asistencia con procesos y valores próximos a la atención sanitaria laboral, embrión de la futura atención sanitaria universal. Además, estableció un flujo directo y sistemático entre investigación y tratamiento médico asociado a las afecciones de los mineros.

En siglo xix la mina de Almadén comienza a recoger gran parte de los frutos de los procesos de modernización del periodo ilustrado, a la vez, adapta progresivamente su papel estratégico a los cambios que debía afrontar el Reino. La «pérdida de las colonias» y el cada vez menor peso internacional del país, conllevaron el replanteamiento del

marco comercial que acabó con el arrendamiento a la familia Rothschild en 1835. Su presencia reactivó la vuelta de Almadén al primer plano del comercio mundial, ya que esta compañía proveía a todas las explotaciones a escala mundial de oro y plata vinculadas con el imperio británico. Es conocido el extraordinario volumen y riqueza del yacimiento de Almadén, generador de algo más de un tercio del mercurio utilizado por la humanidad. Lo que no es tan patente, es la repercusión de este comercio. Durante los últimos 500 años las minas han pertenecido siempre y directamente a la Hacienda, real o pública, y sus rendimientos han sido un instrumento económico esencial para la gestión y equilibrio de la Deuda Pública de Estado.

Durante el siglo xx, las minas de Almadén fueron líderes mundiales en producción y venta de mercurio, lo que se reflejó en la continuidad en los procesos de innovación y aumento, si cabe, de su peso estratégico a escala mundial. Esto contribuyó a que sus instalaciones siguieran plenamente operativas tras la guerra civil y que se convirtieran en un elemento esencial en el marco de negociación entre España y Estados Unidos de América, de cara a facilitar la entrada de España durante el régimen franquista en la Organización de Naciones Unidas a partir de 1955.

Hacia un nuevo modelo productivo

En el año 2011, entró en vigor la Estrategia Comunitaria del Mercurio, ratificada en el verano de 2007 por el Consejo de Ministros de Medio Ambiente de la U.E. y por el Parlamento Europeo que estableció el cese total de la producción y exportación de mercurio metálico. La empresa pública Minas de Almadén y Arrayanes, S.A., S.M.E. (MAYASA) venía trabajando desde años antes en diversas líneas de negocio para impulsar y diversificar sus áreas de actividad económica, sin contar con lo que había sido su razón de ser durante más de cinco siglos: la explotación de las minas de mercurio del distrito de Almadén.

Desde el año 2004 la compañía comenzó a proyectar e invertir en la transformación de los espacios de producción asociados a los cercos de San Teodoro y Buitrones, para adecuarlo como complejo cultural y turístico dedicado a la historia, la ciencia y la cultura de las Minas de Almadén. El proyecto se basó en la rehabilitación y musealización de las antiguas instalaciones mineras y metalúrgicas para que pudieran ser visitadas por el público en un entorno moderno y adaptado.

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Los principales espacios generados en aquel proceso fueron El Centro de Recepción de Visitantes, donde se exponen distintas maquetas, además de albergar tienda y restaurante. La mina histórica subterránea visitable, con recreaciones fidedignas e interpretativas en un conjunto de galerías de minas auténticas de los siglos xvi al xix. El Centro de Interpretación de la Minería, con diversos audiovisuales que explican el desarrollo de las técnicas de explotación minera. El Museo del Mercurio, dividido en una colección mineralógica, otra de maquetas sobre hornos metalúrgicos, un área dedicada a la experimentación con interactivos sobre los principios fisicoquímicos del

mercurio, y un conjunto de recreaciones audiovisuales y salas dedicadas a la historia del transporte del mercurio desde Almadén, por los caminos reales del azogue, a Sevilla, hasta enlazar con el camino real de tierra adentro en América, desde México a San Juan Pueblo (EE. UU.).

Junto a estos espacios, destaca, sin duda, el patrimonio industrial en las instalaciones exteriores del parque minero, organizado como espacios temáticos sobre: los antiguos talleres, los castilletes mineros de los pozos San Aquilino, San Teodoro y San Joaquín, las colecciones de vehículos, las recreaciones de los hornos aludeles, y restos de los hornos metalúrgicos.

Existe un espacio singular de valor excepcional, en un edificio histórico separado del conjunto del parque minero, el Hospital de Mineros San Rafael, funcional desde 1773 (en 2023 cumplirá 250 años de historia), como la sala dedicada al Hospital de Mineros de San Rafael o la sala que recrea dónde se trataba a los forzados. El edificio acoge también las dependencias del Archivo Histórico de Minas de Almadén, con más de 100.000 expedientes y 20.000 planos desde el S. XVIII. Único en su género tanto por la calidad y profusión de los documentos como por la continuidad de la serie histórica, más de 250 años de la historia de las Minas de Almadén y de España.

Minas de Almandén. Parque minero. Maqueta de mina. Foto: Reyes Ávila

Minas de Almandén. Parque minero. Pozo San Aquilino Foto: Reyes Ávila

Una gestión singular del patrimonio

Las Minas de Almadén son propiedad del Estado español y están gestionadas por la empresa pública MAYASA. Como Sociedad Mercantil Estatal, no tiene acceso a líneas de financiación para la conservación del patrimonio por lo que su modelo de gestión se centra en los rendimientos generados por la actividad cultural y turística, que se reinvierten íntegramente en las necesidades de conservación, mantenimiento, mejora de equipamiento y, cómo no, en el equipo técnico. Un caso excepcional en España de empresa pública, con criterios de gestión privada, que desarrolla su actividad en el contexto de la gestión y la economía del patrimonio.

Desde 2021, cuenta, además, con un área específica de turismo y cultura, que afronta el reto de actualizar y preparar el conjunto para los desafíos de la gestión turística y cultural actual. La hoja de ruta la marca el Plan Director que apuesta por un modelo productivo competitivo y sostenible, que no pierda de vista las señas de identidad del Parque: la autenticidad del patrimonio y su compromiso con el territorio, plasmado en una oferta más atractiva, cercana y compresible, comprometida y significativa.

Para más información: https://parqueminerodealmaden.es/

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PATRIMONIO DE CINE

STEAMPUNK

Y RETROFUTURISMO INDUSTRIAL

en artefactos imposibles para la época, como ocurre con las «pseudo clonaciones» de gatos. El truco final se mueve en los márgenes de una nueva corriente estética y narrativa: el steampunk, también descrita como la «ciencia ficción de la era victoriana».

El steampunk muestra inventos imposibles para la época, sociedades «retrofuturistas», en las que la imaginación y la tecnología anacrónica van unidas, y una rica imaginería que forma parte de películas como La liga de los hombres extraordinarios (Stephen Norrington, 2003) y Sherlock Holmes (2009), título con el que Guy Ritchie iniciaba su saga sobre el detective británico.

La principal coordenada espacio-temporal en la que se mueve el steampunk es la Inglaterra victoriana -el Londres de la Revolución Industrial-, aunque tampoco desentona el París decimonónico, incluso la metrópoli de Nueva York, que en esa época comenzaba su despegue económico, como muestra Martin Scorsese en Gangs of New York (2002).

¿Sería posible plantear, en un ejercicio de imaginación, como podría ser un futuro vanguardista sin internet y sin electricidad? Escritores como Julio Verne en «Veinte mil leguas de viaje submarino» (1869) y H.G. Wells en «La máquina del tiempo» (1895) lo hicieron. Construyeron un hipotético mundo paralelo al nuestro a partir de especulaciones científicas basadas en aparatos mecánicos, maquinas a vapor e inventos «sui generis» como las baterías de sodio-mercurio instaladas en el submarino Nautilus que el capitán Nemo conducía a través de las profundidades marinas.

En la construcción de estas ucronías decimonónicas no tienen cabida los generadores de corriente continua de Thomas Alba Edison, por formar parte de la evolución que conocemos, pero sí tienen su lugar -como propuesta de ficción especulativa- las instalaciones de corriente alterna que Nikola Tesla diseñó para la ciudad de Colorado

Springs o las citadas baterías que generaban una primigenia electricidad acuática para el Nautilus.

Tesla mantuvo una relación de rivalidad con Edison; una verdadera «guerra de corrientes eléctricas» a finales del siglo xix, que se refleja en la película El truco final, (Christopher Nolan, 2006), en la que el polifacético David Bowie interpreta a Tesla. Un largometraje en el que compiten además dos «ilusionistas»: los magos Robert Angier (Hugh Jackman) y Alfred Borden (Christian Bale). El complejo y barroco Nolan se permite ciertas licencias respecto a Tesla-Bowie, al que Angier contrata para que fabrique una máquina de «teletransportación», ya que desea superar a Borden en su truco del hombre que desaparece (y reaparece). Si bien al principio el «Tesla ficticio» parece llevar a cabo sus experimentos con electricidad de manera creíble, muy pronto los inventos parecen devenir

La cronología abarca desde finales del siglo xviii hasta el declinar del xix, cuando aparece el motor diesel. El límite es temporal, conceptual y sobre todo estético, ya que la dirección artística de películas como la post apocalíptica Mortal Engines (Christian Rivers, 2018) se inspira en las máquinas de hierro y vapor, con su aspecto pesado y oxidado -como de «armatoste»- y en los engranajes mecánicos, como los que figuran en el western Wild wild west (Barry Sonnenfeld, 1999). En esta amalgama de subgénero de la ciencia ficción, que es el steampunk, también destaca la visión romántico-gótica y los toques mágico-místicos, como en la serie Carnival Row (2019), creada por René Echevarría y Travis Beacham.

Si rastreamos las raíces del steampunk, descubriremos que, en realidad, desde los años 80 del siglo pasado, hemos visto películas con «aire steamer». ¿Quién no recuerda la sociedad distópica Brazil, propuesta por Terry Gilliam en 1985? ¿O el curioso caso de Dune, la versión de 1984? Su director, David Lynch, pareció inspirarse en la corte imperial de una Viena decimonónica. En los 90 hallamos más ´referentes de este subgénero, como La ciudad de los niños perdidos (Jean Pierre Jeunet y Marc Caro, 1995) y Sleepy Hollow (Tim Burton, 1999).

Ya en el siglo xx, algunos títulos como Vidocq (Pitof, 2001) La brújula dorada (Chris Weitz, 2007) y Una serie de catastróficas desdichas (Brad Silberling, 2004) inciden más en la parte de diseño artístico que en la tecnológica. Lo cierto es que la estética neo-victoriana cuenta con una liga de «steamers» que no deja de crecer.

Patrimonio de cine | 37
El truco final. ©Touchstone Pictures and Warner Bros

LA MANO Y LA MÁQUINA

FORMAS DE TRABAJAR LA PIEDRA

En los años (muchos ya) que llevo dedicado al mundo de la piedra, tanto en el campo de la cantería como en el de la escultura, creo haber evolucionado en un sentido contrario al que parece dictar nuestro tiempo: la mano ha ido ganando terreno a la máquina. Mientras la industria se empeña en dar forma a las piedras con sistemas cada vez más mecanizados (y con el apoyo añadido de la informática), yo voy encontrando nuevas ventajas a trabajar con mis útiles de siempre: mazas, cinceles, gradinas, punteros o trinchantes, idénticos por cierto a los que podía usar un artesano romano o medieval.

En mi caso, las manos no han negado a la tecnología, sino que la han ido desplazando hasta el lugar donde creo que debería estar: el de un ayudante o auxiliar nuestro, al que acudimos cuando resulta necesario, pero que de ningún modo debe imponernos sus formas y ritmos. Hace poco tuve que hacer una nariz nueva para una escultura a la que se la habían roto. Saqué un calco de la superficie de rotura y pedí a una empresa especializada que me hiciera un pedazo de mármol con una superficie igual, para que la unión entre el rostro antiguo y la nueva nariz fuese lo más exacta posible; una vez adherido el fragmento, labré in situ el apéndice nasal con cinceles y escofinas. Tampoco dudo en dar cortes de radial si necesito vaciar una parte de una estatua que no permite golpeos, o de acudir excepcionalmente a la ayuda de un compresor si tengo que labrar unas cabezas en piedra dura y debo entregarlas con urgencia. Y, por supuesto, pido al proveedor los bloques con los que voy a trabajar cortados a la medida que preciso y con sus caras bien escuadradas. Pongo estos ejemplos para que se sepa que de ningún modo «me niego» a usar máquinas; lo que ocurre es que intento utilizarlas solo cuando considero que me ayudan, pero sin llegar a interferir en mi relación con la piedra que he decidido labrar.

¿De dónde viene mi desconfianza hacia la tecnología aplicada a la transformación de la piedra? Hay muchas razones, que intentaré explicar en el breve espacio de este

artículo (otras cuestiones, como los acabados, se quedarán para otra ocasión), sin que el orden suponga en ningún caso que unas sean más importantes que otras. Me niego a aceptar, por ejemplo, intereses basados no en una idea de creación, sino de producción. La inmensa mayoría de los que en la actualidad se hacen llamar escultores producen sus obras, ayudándose para ello del auxilio humano o tecnológico que sea necesario. Eso acaba provocando que los que firman las esculturas no sepan siquiera cómo se hacen; son los «autores intelectuales», aunque sea triste que dentro de esa actividad intelectual no esté incluida la curiosidad por conocer las técnicas del arte que dicen practicar.

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El autor, labrando a pie de obra elementos de piedra caliza para la restauración de una iglesia románica (foto: Julio Peña).

Defiendo, así mismo, que el ambiente de un taller debe ser lo más agradable posible, del mismo modo que intento inculcar a mis alumnos las posturas correctas para situarse ante el bloque y para labrarlo. El ruido atronador de radiales, pulidoras y compresores convierte a cualquier lugar de trabajo en un infierno. Además, el uso prolongado del compresor afecta al pulso, esencial para un dibujante. Por contra, me gusta recordar que en un curso que impartíamos en Segovia, un hombre mayor que pasaba por la calle y oía tras una tapia el tintineo de las macetas nos preguntó si estábamos impartiendo un curso de música.

Hablando de docencia, el uso de herramientas tradicionales resulta imprescindible si queremos que nuestros alumnos aprendan no solo a dar forma a las piedras, sino a saber realmente qué es una piedra. Para apreciar ese material ―y, sobre todo, para ser consciente de su valor en las obras del pasado, a las que deberemos enfrentarnos para comprenderlas, interpretarlas y, en un momento dado, restaurarlas― es necesario haber experimentado cuánto pesa y cómo debe manipularse una piedra (con una mezcla de energía y delicadeza); cuáles son sus cualidades y limitaciones; cómo responde a las distintas herramien-

tas… El estudiante al que se entrega un bloque recién cortado con radial (cuando la piedra, inerme ante la máquina, «parece mantequilla») y que directamente lo trabaja con amoladoras, radiales y pulidoras, como he visto hacer en algunas escuelas del ramo, no llega a conocer verdaderamente el material, despreciando una oportunidad única tanto desde el punto de vista técnico como del humano. Es como haber tenido como compañero de trabajo a una persona buena e interesante y no haber aprovechado esa cercanía para trabar una fértil amistad.

Como estoy seguro de que ya existen demasiadas esculturas en el mundo (muchas de ellas, de hecho, creo honradamente que sobran), no veo el más mínimo interés en producir, como decía antes, otras nuevas. Mi actividad como escultor la justifico no por el objetivo de crear esculturas, sino por la experiencia que supone crearlas. Una escultura puede resultar, una vez terminada, mejor o peor, pero el hecho de labrarla mediante la técnica que utilizo, la talla directa, es siempre apasionante. Según esa técnica, que requiere un uso continuado del dibujo (como si las líneas de lápiz fuesen abriéndonos paso por las entrañas del bloque), las máquinas intervienen como intrusas, violentando el necesario ritmo pausado del trabajo. Una máquina actúa adelantándose a nuestro pensamiento, como un disparo, que somos incapaces de seguir aunque después no nos quede más opción que asumir sus consecuencias. Un desbaste a radial no nos permite meditar esa acción, y a veces nos percatamos cuando ya no hay remedio.

Dar a un botón para que una máquina materialice una escultura que antes solo hemos atisbado a través de una pantalla retrata esa esperanza fútil, y muy extendida, en que la tecnología resolverá todos nuestros problemas

Preguntado por mi elección del trabajo manual (conozco a algún escultor que se ufana de «haberse librado» del trabajo de taller, diseñando sus esculturas por ordenador para que luego se las haga el correspondiente brazo robotizado), creo haber dado con una imagen bastante descriptiva y exacta: nuestra época nos permite volar en pocas horas de un lado al otro del mundo, y es estupendo que sea así; pero eso no debería hacer que renunciáramos a viajar caminando o usando una bicicleta. Como he intentado explicar al principio, no es algo incompatible, sino complementario: los aviones siguen volando a mucha altura sobre las cabezas de los peregrinos que, en número creciente, dedican semanas o meses a recorrer el Camino de Santiago. ¿Por qué no toman simplemente un vuelo? Evidentemente, porque lo que buscan no es

Orgullo de oficio

Además de útiles de trabajo, las herramientas han sido siempre el mejor símbolo de cada oficio. En el caso de los escultores, en sus autorretratos han solido mostrarlas orgullosamente, como el maestro Miguel, que se representó empuñando maza y puntero en la portada de la iglesia de Revilla de Santullán.

solo llegar a Santiago de Compostela, sino enriquecer sus vidas mediante una experiencia que un viaje rápido les hurtaría.

En esa suma de vivencias (incluidos los fracasos) podría estar la clave de todo lo que he querido exponer en este texto. Y es que a lo que más se parece la labra de la piedra es a la propia vida, a sus expectativas, aprendizajes, metas alcanzadas y dejadas enseguida atrás, accidentes, errores y frustraciones. Dar a un botón para que una máquina materialice una escultura que antes solo hemos atisbado a través de una pantalla retrata esa esperanza fútil, y muy extendida, en que la tecnología resolverá todos nuestros problemas, creando un espejismo de efectividad que solo consigue desplazar a nuestras verdaderas capacidades (pues casi nadie diseña los programas informáticos con los que cree resolver su trabajo).

Mientras pasamos el tiempo entretenidos con apósitos digitales de todo formato y pelaje, la realidad ―y las piedras se han empeñado siempre en ser una parte muy evidente de la realidad― sigue ahí fuera. Tomar en las manos las herramientas y usarlas para labrar un bloque de piedra quizá sea al fin un gesto de resistencia, y también un pequeño paso hacia la recuperación de lo humano que aún pueda latir en cada uno de nosotros.

La mano y la máquina | 39
El maestro Miguel de la iglesia de Revilla de Santullán (Palencia), identificado por la inscripción MICAELIS ME FECI[T]; junto a él se abre un libro de muestras, con los dibujos que le servían de referencia e inspiración.
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MIGUEL ÁLVAREZ ARECES

Presidente de INCUNA

Lleva toda una vida, más de medio siglo, vinculado al patrimonio industrial de una forma activa y comprometida, defendiendo su estudio, preservación y divulgación, como parte de nuestra historia, de nuestra memoria colectiva y como palanca de cambio y regeneración para muchos territorios. Charlamos con Miguel Álvarez Areces, actual presidente de INCUNA y socio de honor de TICCIH, de pasado, presente y futuro.

Miguel Álvarez Areces | 41
«La mejor manera de no conservar nada, es querer conservarlo todo»
Carmen Molinos

Incuna lleva más de dos décadas trabajando en el estudio, conservación y valorización del patrimonio, para quienes no conozcan vuestra historia, ¿cómo surge la asociación, quiénes la integran actualmente y cómo ha ido evolucionando?

INCUNA surge en el año 1999 y es el acrónimo de Industria, Patrimonio y Naturaleza. En origen nació como una asociación que intentaba agrupar a personas que se estaban preocupando ya por estudiar aspectos del patrimonio industrial, cultural y natural. En aquellos años se vivía una situación crítica: lo viejo no acababa de morir y lo nuevo no llegaba a nacer. El patrimonio industrial nos vincula directamente con la cultura del trabajo y, en esos años, se estaba viviendo una fuerte crisis en sectores como la minería del carbón, la siderurgia, el textil o los astilleros. Tomando como base y referencia, lo que ya se estaba haciendo en otros lugares de Europa y Latinoamérica, con los que tenía contacto, en 1982 se celebró en Bilbao el primer congreso para la revalorización del patrimonio. Fue un lugar donde compartir trabajo, experiencias e interés y, sobre todo, el punto de partida para la creación de INCUNA que, comenzó su labor por los archivos, para tratar de documentar y a partir de ahí, desde el conocimiento, poder conservar y dinamizar. Recuperamos viejos edificios que se transformaron en museos, pero también creamos itinerarios industriales, porque entendíamos que lo mejor para conservar es conocer y comprender: saber valorar lo que se hizo, la historia que reflejan testimonios como chimeneas, castilletes, edificios, viviendas obreras, maquinaria o instalaciones que son parte de la memoria de un lugar. Fueron años de ilusión y trabajo, en los que intentamos dar un futuro a nuestro pasado, una segunda vida, un segundo uso, una vez reconocidos sus valores y su historia.

Al oírte hablar, enseguida me viene a la memoria, nuestra propia historia, la de la Fundación Santa María la Real y nuestro origen, con las primeras escuelas taller y casas de oficio.

Por supuesto. En los años 80, asistimos a una pérdida no solo de trabajo, sino también de referentes. La irrupción de fenómenos como el que se planteaba desde la Fundación con las escuelas taller, era espejo y guía, porque había logrado convertir la necesidad en virtud. Aquellos elementos que habían formado parte de nuestra historia, lejos de quedar relegados a la nostalgia, se transformaban en un recurso de futuro para formar y dar trabajo a jóvenes de la zona, que aprendían a manejar la piedra, el hierro, el vidrio y encontraban elementos sobre

los que forjar, aquí, su proyecto de vida. Recuerdo, por ejemplo, la recuperación del poblado de Bustiello, pendiente aún de algún modo, que se inició gracias al programa de escuelas taller. Peridis y la Fundación, eran, sin duda, nuestros referentes, porque habían demostrado que una nueva forma de hacer las cosas era posible. Lo que fallaba entonces, el punto débil, eran los planes directores para concretar los usos de cada uno de los espacios recuperados. En nuestro caso, además, hablábamos de “Patrimonio Industrial”, que era un terreno completamente nuevo. Plantear que un castillo o un monasterio son patrimonio, es sencillo,

pero hablar del mismo modo de una mina, de un puente o de una ruina industrial era realmente duro en esos años. En Asturias, por ejemplo, contamos con 42 castilletes mineros, elementos únicos, que dan cuenta de la historia y la memoria colectiva de 150 años de trabajo y actividad. El reto no es solo cómo recuperarlos, sino darles un uso para generar nuevas actitudes y sensibilidades con respecto al patrimonio que den lugar a nuevas oportunidades de entender y vivir el territorio.

Uno de vuestros principales cometidos es prestar atención al patrimonio industrial, pero, ¿qué es exactamente, qué bienes lo conforman y quiénes determinan que un elemento pueda ser categorizado así?

Podríamos definir el patrimonio industrial como el conjunto de bienes muebles e inmuebles, así como los sistemas de sociabilidad relacionados a la cultura del trabajo,

42 | Miguel Álvarez Areces
«Lo mejor para conservar es conocer y comprender»

que se han ido generando a partir de las actividades de extracción, transporte, transformación o distribución. Son elementos que tienen unos valores históricos, culturales y tecnológicos, que deben entenderse como un todo integral, que, además, se inserta en un paisaje concreto que lo contextualiza. Un sistema que, en muchas ocasiones, se estructura con la arquitectura, las técnicas, los archivos, el patrimonio documental e incluso, a veces, las prácticas o formas de hacer. Son, en definitiva, el legado cultural de la industria, de los últimos 150 años y abarca diferentes categorías. Una de ellas son los elementos industriales, que, por sí solos, constituyen un testimonio suficiente para definir una actividad. Otra son los conjuntos, que suponen una muestra coherente y representativa. De ahí, pasamos a los paisajes, que dan cuenta de la evolución de una actividad o varias, en un territorio concreto. Escenarios privilegiados, para observar transformaciones y usos. A todo ello, hay que sumar las redes lineales e históricas, esto es, el transporte, ferrocarril, canales y sistemas de energía, que han permitido transportar mercancías y viajeros. La última categoría la conforman los elementos culturales y simbólicos que tienen una enorme importancia en el patrimonio industrial, esto es, el patrimonio inmaterial. Otro aspecto importante para entender el patrimonio industrial es su delimitación cronológica. Habitualmente, se coincide al afirmar que abarca desde la mitad del siglo xviii, inicios de revolución industrial, hasta que empieza a sustituirse por otros sistemas en los que interviene la automatización o producción en serie de mercancías. Algo importante, porque, por primera vez, definimos como patrimonio histórico, algo que estamos viviendo y que está sucediendo en el momento.

Existe una ley del Patrimonio Industrial, un inventario de bienes, en el que, me consta, habéis participado, pero, ¿cuál es el estado real del patrimonio industrial en nuestro país, en España?

En España hay una carencia tremenda en lo que a inventarios se refiere y en su consideración para fines de conservación o protección. Existen, pero suelen ser documentos que se realizan y que permanecen como fósiles, sin actualizarse. No obstante, desde 2001, con el Plan Nacional del Patrimonio Industrial, impulsado por el Instituto de Patrimonio Cultural de España (IPCE), en colaboración con las comunidades autónomas y con diferentes expertos, sí se está haciendo un esfuerzo de sistematización a este nivel. El plan recogió en su momento medio centenar de bienes representativos y

10 años más tarde, en 2011, avanzamos hacia la catalogación de 100 elementos. No tanto como un inventario, sino como muestra representativa de la industrialización española y su patrimonio, combinando lo geográfico con lo temático. Algo imprescindible para dar visibilidad a testimonios ocultos, que eran poco conocidos más allá de su registro en determinados archivos. Con esta catalogación y con el plan, comenzamos a actuar a

industrial está en el ADN de muchos territorios como País Vasco, Asturias o Cataluña. Nos encontramos, además, frente a un patrimonio extremadamente vulnerable, que puede deteriorarse o perderse con facilidad, si no se actúa con rapidez en su catalogación y reutilización. La experiencia de otros países, incluso de algunos territorios cercanos, nos enseña que el patrimonio industrial también puede transformarse en palanca de cambio, que contribuya a generar empleo, asentar población y dotar de mayor dinamismo a lugares condenados al ostracismo.

¿Requiere el patrimonio industrial la misma atención y cuidados que otros patrimonios?

tres niveles: estudios previos, planes directores y proyectos de ejecución. Además, se dotó a este tipo de patrimonio de un nuevo nivel de protección. Ahora mismo contamos con catálogos urbanísticos, inventarios y hemos conseguido también que algunos elementos sean catalogados como bienes de interés cultural (B.I.C.). Algo que ya ocurre, desde hace tiempo, en países vecinos como Francia, Alemania o Reino Unido, pero que en España es un fenómeno bastante reciente, pese a que aquí también, el patrimonio

Hablamos, como comentaba antes, de un patrimonio muy vulnerable que, por lo tanto, exige una consideración distinta. Tanto por los materiales como por la ubicación, suele requerir de un mantenimiento notable. Es más, la propia actividad industrial es una agresión del hombre a la naturaleza, dado que implica, en muchos casos, contaminación e impacto en el territorio. Por eso, es necesaria una consideración específica. Si una máquina o una fábrica queda obsoleta, lo habitual, es trasladarse u sustituirla por otra más moderna y ya está. Pero, a veces, lo que se retira, puede resultar significativo de una época. Suelen ser objetivos de grandes dimensiones, difíciles de almacenar y con un riesgo notable de deterioro. Es básico saber qué conservar, porque la mejor manera de no conservar nada, es querer conservarlo todo.

Álvarez Areces | 43
«El patrimonio industrial es extremadamente vulnerable y nos vincula directamente con la cultura del trabajo»
Miguel
Pozo Sotón, Asturias.

Desde Incuna colaboráis con otras muchas organizaciones a nivel nacional e internacional. Habéis participado en la elaboración de un listado de 100 sitios de patrimonio industrial y formáis parte del Comité Internacional para la Conservación y Defensa del Patrimonio Industrial (TICCIH). Imagino que esto os da la oportunidad de intercambiar experiencias, aprender y, sobre todo, compartir buenas prácticas, ¿alguna reseñable o que recuerdes especialmente?

Sí, efectivamente. Soy socio del TICCIH desde hace casi 50 años, cuando solo éramos tres o cuatro personas en España. Fui presidente del comité en España y sigo siendo socio, aunque la nueva presidenta es Ainara Martínez. Impulsamos el inventario de esos cien elementos para darles visibilidad, si no a lo más importante, sí a lo más significativo. Se elaboraron fichas, se establecieron comisiones por cada comunidad autónoma, contamos con el apoyo el IPCE y de otros expertos. Se hizo un gran trabajo, aunque ni son todos los que están, ni están todos los

importantes, como la minería del norte de Palencia. Lo mejor de dar visibilidad a esos elementos es que propició cierta concienciación y obligó a establecer una serie de medidas de protección, para convertirlos en palanca de cambio y transformación de determinados territorios.

¿Qué le recomendarías a algunas asociaciones, organizaciones, que están empezando a dar sus primeros pasos orientados, precisamente a la recuperación del patrimonio industrial y de algún elemento o bien en concreto?

Que lo consideren como algo suyo y propio, que no lo vean como un elemento nostálgico, sino que sobre todo intenten poner en marcha iniciativas para conservarlo dotándolo de un nuevo uso, que logre activarlo en el contexto actual, con programas originales, que respondan a las demandas y necesidades reales de la sociedad. Solo así podrán volcar ahí parte de su proyecto de vida, siendo persistentes. Es esencial no dejarse vencer por el desánimo, sino ser prácticos y propositivos, para dar una función social al patrimonio industrial que responda a necesidades y problemas actuales. Más allá del uso museístico que es importante, pero no exclusivo.

¿Cuáles son vuestros retos más inmediatos tanto en la Asociación como en el Comité Internacional?

que son. Pero se trataba de reflejar aquello que consideramos más representativo. Por querencia, además del patrimonio minero asturiano, que lo trabajé y lo viví, también recuerdo otros dos bienes que cuentan con la declaración de Patrimonio Mundial de la UNESCO: el conjunto de minas de mercurio de Almadén y el puente transbordador de Portugalete. No puedo olvidar Río Tinto o el ingente patrimonio textil de Cataluña, que fue pionero en emplear un sistema de gestión que conectaba varios sistemas y territorios, desde el museo de la ciencia y la técnica de Terrassa. Son muchos, muchísimos, la fábrica de sidra el Gaitero aquí en Asturias, las salinas de Añana en Álava, bodegas, azucareras, fábricas de artillería… Tuve la gran fortuna y la suerte de conocerlos casi todos y, no solo eso, también pude vivir y convivir con muchas personas vinculadas a esos 100 elementos del patrimonio industrial. Es imposible quedarse con uno, recuerdo las Reales Fábricas, la fábrica de la moneda de Segovia, Ponferrada y otros muchos que no llegamos a catalogar e incluir en la lista, pero que también son

Tenemos tres líneas de acción: la primera es la digitalización, con un proyecto sobre patrimonio documental, que lleva por título archivo de empresa, y con el que ya hemos llevado a cabo un piloto en HUNOSA, que nos ha permitido recopilar buenas prácticas y crear una red internacional,

auspiciada por TICCIH, que ya cuenta con 32 unidades de archivística de diferentes países. El segundo ámbito de acción es un programa Erasmus con jóvenes, en escuelas e institutos, para formarlos y mostrarles que aquello que usaban sus padres y abuelos, el patrimonio industrial y, más en concreto, el minero, puede seguir siendo útil hoy en día. Y el tercer frente abierto, es que este año, en 2023, se cumplen 25 desde la puesta en marcha de las primeras jornadas internacionales de patrimonio industrial en 1999 en Gijón. Es un punto de encuentro y un referente que siempre se celebra la última semana de septiembre y de cara a este año, queremos poner en marcha muchas actividades paralelas. Entre ellas, un campus de trabajo en colaboración con universidades e instituciones, para compartir y vivir experiencias prácticas, desde el origen, con la arqueología industrial, combinando teoría y práctica en un lugar que tuvo su máximo esplendor en el siglo xix. También estamos organizando concursos de microrrelatos, de fotografía y, cómo no, mantenemos el Incuna Film Fest, para sensibilizar y completar nuestra línea de publicaciones.

Queda claro que no se aburren. Precisamente, en el momento de redactar esta entrevista, les acaban de conceder el premio internacional Peironcely 10, por su labor en el estudio, la conservación, la preservación y la valorización de los patrimonios industriales y obreros. Un reconocimiento que se suma a otros muchos y que valora también la repercusión nacional e internacional que ha alcanzado su trabajo. Desde aquí nuestra más sincera enhorabuena, por el premio y por la labor de años.

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«El patrimonio industrial puede ser palanca de cambio y transformación en un territorio»
Museo Nacional de l a Energía (La Fábrica de Luz). Ponferrada

HISTORIAS DETRÁS DE ...

UN VIAJE...

Cristina Párbole

Corría el año 1841 cuando se produjo el primer viaje organizado en tren. Años atrás George Stephenson había construido la primera locomotora de vapor encargada de arrastrar vagones abiertos al público, la llamada «Locomotion». Pero, ¿qué historia hay detrás de ese primer viaje?

El primer viaje fue organizado por Thomas Cook y el destino de las personas que participaron en él era dirigirse a un mitin en contra del alcohol y sus riesgos, pues Cook estaba convencido que muchos de los problemas que acuciaban a la sociedad del momento estaban producidos por un exceso en su consumo. Consiguió reunir a más de 500 personas y él mismo acordó un porcentaje en la venta de cada billete. El precio estipulado era de un chelín, que incluía el viaje y la comida, y un recorrido de 11 millas. Este viaje fue el preludio de una autentica revolución.

Es probable que en este primer viaje Thomas Cook no obtuviera grandes beneficios, pero su espíritu emprendedor le llevó a ver posibilidades de negocio en la venta de viajes preparados y se lanzó a crear la primera agencia de viajes conocida como «Thomas Cook and Son».

Se había desatado la locura. Diez años después del primer viaje, Cook consiguió que 165.000 personas acudieran a la exposición universal de Londres, modelo que imitó años más tarde con la de París. Puso de moda los viajes en tren a Suiza y empezó a extender su modelo al continente americano. El turismo había llegado y el ferrocarril se había convertido en su mejor aliado.

Siguiendo el modelo marcado por Cook en 1883 se inauguró el Express d´Orient, cuyo objetivo era conectar París y Estambul. El momento de máximo apogeo llegó en 1930, pasando a ser considerado uno de los trenes más lujosos. Entre sus pasajeros contaba con miembros de la aristocracia, políticos y millonarios. Todo en el Orient Express era de primera calidad: los muebles, los servicios, incluso se contrataban a los mejores cocineros que elaboraban los platos más sofisticados. Sorteando conflictos bélicos y complejas situaciones políticas, el Oriente Express siguió funcionando hasta el año 2001, cuando finalmente dejó de circular ante la imposibilidad de competir con los trenes de alta velocidad y las compañías aéreas. Su fama se fue convirtiendo más en leyenda que en una realidad y mucho tuvo que ver en ello la escritora Agatha Christie con su famoso libro «Asesinato en el Orient Express».

En España, emulando al mítico Orient Express se creó en la década de los ochenta el «Transcantábrico», cuyo fin es recorrer el norte de la península aprovechando la vía de ancho métrico que permite circular por lugares de difícil acceso para otros trenes. El trayecto va desde San Sebastián hasta Santiago de Compostela y supone un viaje lleno de contrastes que permite conocer a fondo la variedad de nuestro territorio.

Y ahora desde nuestra agencia «Cultur Viajes» te proponemos descubrir esos lugares icónicos del Transcantábrico pero

de una forma distinta. Tomando como eje principal su trayecto por la costa Cantábrica utilizaremos diferentes medios de transporte que harán nuestro viaje más ágil y cómodo y nos permitirán vivir una experiencia inolvidable.

Thomas Cook ha pasado a la historia como el pionero del turismo moderno, un visionario que supo ver que viajar debía estar al alcance de todo el mundo y que el mundo debía de ser disfrutado por todos.

¡Qué disfruten del viaje!

Ilustración: Daniel Rodríguez Redondo Historiador del Arte y Máster en Cómic y Educación (@drartista) https://drartista.com/

Thomas Cook ha pasado a la historia como el pionero del turismo moderno, un visionario que supo ver que viajar debía estar al alcance de todo el mundo y que el mundo debía de ser disfrutado por todos.

EL CANAL DE CASTILLA LAS HUELLAS DE UN SUEÑO ILUSTRADO

Durante un tiempo, el paisaje de la gran meseta castellano-leonesa estuvo surcado por barcos que perseguían la fantasía de salir al mar de todos los que la habitaban. Transportaban los excedentes de trigo y otras mercancías a través de un canal que, a modo de brecha artificial, quiso unir el corazón de Castilla con el puerto de Santander, tratando de facilitar el comercio debido al costoso transporte por carretera. Lo que hoy ha pasado a denominarse la España vaciada hizo realidad un sueño que, envuelto en el positivismo propio del siglo de las Luces, pronto fue sacudido por un golpe de realidad. El Canal de Castilla no llegaría nunca a su fin, sin embargo, dejaría una huella impronta en el paisaje que aún resiste y que es imborrable al paso de los años.

El fluir de la historia

En el contexto de mediados del siglo xviii germinó la Ilustración, un movimiento empapado de las ideas brillantes de pensadores europeos que inspiraron importantes cambios sociales y culturales. En el ámbito tecnológico, los ingleses y los franceses llevaron a cabo complejos y modernos sistemas de navegación que influyeron notablemente en nuestro país que, tratando de poner solución al aislamiento de la meseta, se manifestaron en la mayor obra de ingeniería civil del momento: el Canal de Castilla.

La visionaria idea, o más bien necesidad, de hacer navegables los ríos de la submeseta norte para favorecer el transporte agrario se discutía ya en época de Fernando el Católico y Carlos I, pero no comenzaría a hacerse realidad, con un balance de luces y sombras, hasta el reinado de Fernando VI y a instancias de su ministro, el Marqués de la Ensenada. El consejero de Estado y responsable también de una red de espionaje por toda Europa, encomendó al ingeniero Antonio de Ulloa la redacción del Proyecto General de los Canales de Navegación y Riego para los Reinos de Castilla y León, siendo asesorado por el ingeniero francés Carlos Lemaur.

El proyecto contemplaba la construcción de una red de caminos y cuatro canales navegables que unían Segovia con Reinosa (Cantabria), con la intención a posteriori de atravesar la cordillera Cantábrica y poder llegar a Santander. No sabían por entonces, que el caprichoso destino depararía al país sucesivas bancarrotas, epidemias de cólera, y guerras de notable envergadura: primero la de la Independencia, y después las Carlistas, que provocarían el retraso del proyecto y su acotamiento.

Las obras comenzaron en 1753 en Calahorra de Ribas (Palencia) y finalizaron en 1849 en Medina de Rioseco (Valladolid), llegando finalmente a construirse tres ramales en forma de «Y» invertida que unen las localidades de Alar del Rey, Medina de Rioseco y Valladolid: el Ramal Norte, el Ramal de Campos y el Ramal Sur. Su extensión abarca 207 kilómetros de cauce navegable por las provincias de Burgos, Valladolid y Palencia, con una anchura que oscila entre los 11 y 22 metros, salvando un desnivel de más de 150 metros gracias a las esclusas. Estos ascensores hidráulicos inventados por el italiano Leonardo da Vinci, fueron perfeccionados en el Canal de Castilla donde se erigen cerca de 50 y se basan en un espacio con compuertas que,

El Canal de Castilla | 47
Foto: César del Valle

mediante su llenado o vaciado, provoca que las barcazas suban o bajen a la altura deseada.

Fue en la década de 1850 cuando la navegación por el canal alcanzó su máximo apogeo con 400 barcazas navegando por el mismo, destinadas en su mayoría al trasporte de mercancías, como cereales, carbón, textiles y productos de ultramar, aunque consta que cuatro se encargaban diariamente de transportar pasajeros de Valladolid a Palencia. Originalmente, las barcazas eran movidas por un sistema combinado de arrastre y vela, aunque paulatinamente se optó como fuerza motriz por el sistema de arrastre mediante caballerizas.

Esta obra magna supuso una auténtica revolución para la época donde trabajadores, militares, presos e incluso los propios vecinos, fueron abriendo camino a pico y pala, en el más fiel sentido de la palabra, con la esperanza de que generaciones futuras gozaran de la oportunidad de exportar los productos castellanos.

El brotar de otras edificaciones y proyectos

El Canal de Castilla impulsó el desarrollo económico de los lugares que atravesaba, y su infraestructura hidráulica propició un cambio en el paisaje urbano, fruto de la edificación de puentes, esclusas, acueductos, presas, viviendas, almacenes, fábricas, etc.

Su construcción trajo consigo el surgimiento de poblaciones que dependían directamente del desarrollo económico que generaba el canal. Para la edificación de algunas se aprovecharon antiguos despoblados, mientras que otras se levantaron de nueva planta como Alar del Rey, o San Carlos de Abánades y Sahagún el Real que fueron abandonadas tras el cese de la navegación. En los entornos de las dársenas se construyeron grandes almacenes y fábricas que cambiaron la fisionomía de los núcleos de Alar del Rey, Palencia, Valladolid y Medina de Rioseco. En cuanto a las esclusas, estas iban vinculadas con la vivienda de un esclusero que vivía junto a su familia y aseguraba su óptimo funcionamiento, siendo acompañadas muy pronto de molinos y fábricas de harinas que aprovechaban la energía hidráulica.

Especialmente relevante fue el brotar de las fábricas de harinas vinculadas al canal, que según el Diccionario de Madoz, en la provincia de Palencia se llegaron a registrar 28, de las cuales 23 estaban vinculadas a la infraestructura hidráulica, y cuyo número fue incrementándose paulatinamente. Como una asociación indisoluble, el

excedente de trigo propició, entre muchos otros factores, la construcción del canal, y este a su vez, incentivó la construcción de harineras que, de alguna forma influyeron en la industria galletera, floreciente primero en Alar del Rey donde solo queda el recuerdo, y posteriormente en la cercana villa de Aguilar de Campoo, lugar que hoy en día continúa siendo el principal motor de la localidad, y en la que todavía es posible disfrutar del dulce aroma.

Como complemento a la vía fluvial y con un trazado casi paralelo, la construcción de la vía férrea entre Valladolid y Alar del Rey jugaría un importante papel en la trayectoria del Canal. Inicialmente, en 1852 se comenzó a trabajar en la línea férrea de Isabel II en la ciudad de Santander, con el objetivo de unir la capital portuaria con el Canal de Castilla, realizando por tren el transporte de mercancías hacia el norte. Mientras la línea Isabel II seguía en construcción, en 1857, Alar del Rey inauguró su estación con el tramo Alar Reinosa, continuando su construcción hacia el sur con expectativas de llegar a Madrid, y consiguiendo en tan solo tres años llegar a Venta de Baños. Este nuevo medio de transporte resultó ser más rápido y económico que seguir financiando el canal, y aunque su funcionamiento permaneció para el transporte de mercancías hasta 1959, sería justo ese mismo año en el que la última embarcación llegaría a la dársena de Valladolid.

Las huellas en el paisaje

Aunque el canal no llegó a finalizarse, los esfuerzos para levantarlo no fueron en vano. La impronta de esta proeza de la ingeniería

española se hace evidente si rastreamos su historia, manteniendo también sus huellas imborrables en el paisaje.

A lo largo de su recorrido, el Canal conforma un paisaje único y su trazado ha generado un ecosistema natural, con una vegetación de ribera y una fauna adaptada a ese hábitat gestado, modificando así el entorno existente. Y es que, uno de los objetivos del ideal ilustrado consistió en la mejora del paisaje, a lo que se prestó especial atención desde el comienzo de las obras.

Como si se tratase de la planificación del Edén, el proyecto original pretendía poblar de vegetación las tierras que surcaba y llenar de árboles frutales las orillas. No obstante, el canal pronto comenzó a reclamar la reparación de esclusas y barcazas, entre otros elementos, lo que propició la demanda de madera e hizo que los árboles frutales se sustituyeran por madereros. Asimismo, el propio canal fue usado como captación del agua en la agricultura, propiciando la implantación de numerosos cultivos, inéditos en estas tierras, que ayudaron a conformar el paisaje actual. Los ingenieros del momento tuvieron presente la práctica de actividades lúdicas ligadas al canal, como la pesca, para lo que introdujeron nuevos peces, como las tencas, que se mimetizaron con especies autóctonas.

Fue el paso del tiempo, animado por el sonido del discurrir del agua, lo que ayudo a configurar un ambiente natural más propio de paisajes de ribera que de tierras castellanas que, como un oasis en el desértico paraje de Tierra de Campos, propició el surgimiento de humedales de un enorme valor ecológico, siendo incluso algunos declarados recientemente como Zona Especial de Protección para las Aves (ZEPA).

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Foto: Jaime Nuño

Los diferentes aprovechamientos y usos del canal fueron importantes en su mantenimiento y en el desarrollo del mismo, suponiendo una transformación de gran calado en el territorio y en la vida de sus gentes, repercutiendo en su devenir, y que aún es visible en los pueblos que atraviesa.

El trajín de las embarcaciones, el dinamismo de los caminos de sirga transitados por gentes y animales de tiro, la intensa actividad fabril de los molinos y harineras, o la tarea del riego que propició los cultivos del entorno, se ha remplazado por la experiencia de seguir el curso del canal con una ruta en bici o practicando senderismo, subir a bordo en el Marqués de la Ensenada, en el Antonio de Ulloa o en el San Carlos de Abánades tratando de imitar la ruta que siguieron las barcazas siglos atrás, o la visita al Museo del Canal de Villaumbrales o el Centro de Interpretación del Canal de Herrera de Pisuerga, que permiten al visitante, a través de restos y fotografías, trasladarse por un momento a los años gloriosos del Canal.

El Canal de Castilla no puede contemplarse como un elemento aislado, y es que este convive con el patrimonio cultural, el Camino de Santiago y con el paisaje natural, compartiendo todos ellos un pasado común que ha hecho que la Junta de Castila y León lo declarase en 1991 Bien de Interés Cultural, en la categoría de Conjunto Histórico. Su mimetización con el entorno es tal, que los paisanos de las tierras que surca alegan del Canal que «lleva ahí toda la vida», y no les falta razón, al menos, en la suya, sí.

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El Canal de Castilla Foto: Jaime Nuño Foto: Marce Alonso
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La presa de Aldeadávila, escenario de la grabación de Terminator.

ALDEADÁVILA LOS RETOS DE UNA DE LAS PRESAS MÁS BELLAS DE ESPAÑA

Cinco semanas antes de la inauguración, un grupo de expertos del Bureau of Reclamation de Estados Unidos realiza un viaje a lo largo y ancho de la geografía española para visitar las últimas realizaciones en materia de presas. Entre los integrantes del viaje figura el representante europeo de la Metro-Goldwyn-Mayer, quién quedará impresionado con lo que percibe en la instalación salmantina de Iberdrola. En efecto, el año siguiente las cámaras ya están en la presa de Aldeadávila rodando escenas de Doctor Zhivago (1965). La vía de coronación sobre el agua fluyendo por el aliviadero figura el acceso a una factoría soviética, mientras que las galerías subterráneas y la central servirán como escenario del rodaje de la producción española La Cabina (1972). Terminator: Dark Fate (2019) y la serie 30 Monedas (2020), continuarán la saga de filmes ambientados en esta infraestructura. Aunque sea como escenario deslocalizado, el lejano oeste de las Arribes entrará en la pantalla grande de todo el mundo. La mirada del cineasta nos hace percatar que quizá no son las cifras que hay detrás de Aldeadávila, ni la epopeya que supuso llevarla a cabo lo que la erigen como una de las presas más emblemáticas de España, sino su perfecta armonía con el dantesco paisaje de las Arribes.

La costa amalfitana | 51
Eduard Callís

El 17 de octubre de 1964 los Jefes de Estado de España y Portugal inauguran los saltos de Aldedávila y Bemposta, en las Arribes del Duero o Trás-os-Montes, según se mire. Este acto simboliza la culminación del acuerdo hipano-luso de 1927 para el reparto del tramo internacional del río Duero. Cuando se construyó la primera central -Aldeadávila I- con una potencia instalada de 718Mw, a la que se añadirán otros 421Mw de una segunda central en 1986, se erigió como la infraestructura hidroeléctrica española más importante de Europa occidental. Hoy por hoy, la instalación de Iberdrola es una de las presas españolas que permite aliviar mayores avenidas y la más alta de su tipo en España, con 139,5 metros, equiparable a la torre Madrid. Más allá de estos logros, la belleza y potencia de Aldeadávia, se debe al audaz trabajo del equipo técnico de Saltos del Duero para integrar la construcción en el lugar.

El brusco desnivel de 557m del cauce, entre la meseta y Portugal, se concentra en un tramo de unos cien kilómetros, lo que supone un descenso medio de 5,5m por kilómetro. El río abre un tajo en el altiplano, un cañón con paredes verticales que superan en algunos puntos los 400m de altura, manteniéndose el terreno circundante a la cota superior. Es un paisaje abrupto y violento, solitario y conmovedor. Es también una oportunidad de oro para el aprovechamiento hidroeléctrico, que además cuenta con

una roca de óptima calidad resistente. Pero construir una presa aquí no va a ser una tarea fácil. Aparte de la dificultad de acceso al fondo de la depresión, la avenida máxima prevista no es inferior a los 12.500m³/s. Este caudal duplica al del Danubio y es cuatro veces superior al del Nilo, pero el cañón de las Arribes estrecha el paso del enfurecido Duero provocando concentraciones de hasta 300m³/s por metro lineal de cauce, con una oscilación de nivel que supera los 30 metros. A menor anchura, más importante es la velocidad del agua y mayor su potencial destructor, un aspecto que trasmite a la perfección la fisonomía del enclave.

La complejidad de lo aparentemente sencillo

La principal preocupación del equipo técnico, encabezado por Pedro Martínez Artola, será facilitar el paso del río de forma segura en caso de grandes avenidas. Esto plantea un problema: la longitud de vertedero debe ser superior al ancho de la cerrada. Para dar respuesta a esta contradicción se diseña una presa curvada, de arco-gravedad, con 250 metros de longitud de coronación. Cuatro trampolines acompañan el agua desde las ocho bocas de 14 m. hasta el angosto cauce de tan solo 69. Aldeadávila resuelve con un único cuerpo los requerimientos estructurales y de evacuación.

Su estructura responde a una estudiada combinación entre las formas resistentes y las hidráulicas. El mismo trazado arqueado, derivado de la longitud de boca necesaria, permite el diseño de un perfil de arco-gravedad muy esbelto. Además, la inclinación del paramento aguas abajo se ajusta a la pendiente apropiada para el aliviadero. La simple adición de muretes formando cajeros y unos trampolines en la base completan la estructura, configurando un volumen de 848.000 m³. Es una estructura extremadamente sencilla, que nada tiene de simple.

La forma final de la presa es híbrida, demasiado gruesa para ser una bóveda, demasiado delgada para ser de gravedad. Esta solución es la respuesta a una mirada atenta de las características de la cerrada, lo que da lugar a un caso ejemplar de infraestructura integrada en el paisaje. Es una expresión que, aunque gastada por su uso, recobra aquí todo el sentido. La integración en el paisaje de la presa es un pacto entre la estructura y las leyes del emplazamiento para un nuevo equilibrio tensional y energético. Fruto de este pacto, Aldeadávila transmite la brutalidad que caracteriza el cañón de las Arribes: unos peñascales que llevan impreso el potencial erosivo de ingentes cantidades de agua. Las formas hidrodinámicas de la presa remiten a lo mismo, a como perturbar lo mínimo el Duero en caso de avenida. A lo que podríamos

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Desembalse Aldeadavila.

añadir un sinfín de otros aspectos, como la correspondencia entre la verticalidad de los peñascales y la de la presa, la determinación en cerrar el río justo en el lugar donde el agua ha necesitado más esfuerzo para abrirse paso o la semejanza cromática con la roca fruto del empleo de áridos de la excavación en el hormigón.

La estrechez de la cerrada y las grandes avenidas plantean otro inconveniente importante a resolver, ya que es imposible situar la central hidroeléctrica en superficie de forma segura. Y se optará por ubicarla dentro de la roca. La presa es la punta del iceberg de un complejo entramado de galerías subterráneas excavadas que incluyen dos centrales, una de ellas reversible, tuberías de entrada y salida del agua, cavernas para los transformadores, chimeneas de equilibrio, pozos de cables y túneles de acceso. La galería de la central de Aldeadávila I, dimensionada para seis turbinas Francis vertical, es un vaciado de proporciones descomunales, que alcanza una altura de 40 m. y una longitud de 139 m. La anchura de este espacio es sensiblemente inferior al interior de la catedral gótica de Girona, con una única nave y considerada de las más anchas del mundo. Pero su longitud equivale a la suma de ésta, el ábside y la gran escalinata que preside. La altura de la caverna es un 20% superior a la nave del templo gerundense, a pesar de que está divida en tres niveles.

La presa de Aldeadávila. © IBERDROLA Francis Tsang
Aldeadávila | 53
Nuevo Mirador del Fraile sobre la presa y embalse de Aldeadávila I.

Una España que estaba empezando a despertar de su castiza modorra, arrullada con heroísmos ancestrales, agricultura de parsimoniosos bueyes y autarquías épicas, cayó un buen día en un gran sueño. Era el 6 de junio de 1964 y en la comarca de La Lora burgalesa brotó un gran chorro de petróleo. La prensa acudió en masa a dar cuenta del hallazgo, acaparando las portadas de los periódicos que hablaban sin recato de la Oklahoma o la Texas española. El milagro había sucedido en un apartado y humildísimo rincón de la geografía agraria española, aletargada desde hacía siglos, pero cuya vida se vería alterada rápidamente. Las imágenes y los comentarios del NO-DO que se grabaron entonces mezclan las sonrisas de los ilusionados lugareños con la ceñuda actividad de los ingenieros y operarios, la aparente sobriedad de los políticos y la aburrida espera de los periodistas a la caza de un titular. Fueron jornadas en las que se estaba gestando un sueño americano de modernidad y de riqueza inesperadamente sobrevenida.

Aunque ese mismo año la prensa internacional hablaba de los continuos procesos de independencia que es-

CAMPOS DE PETRÓLEO DE LA LORA UN SUEÑO

taban culminando varios países africanos, se hacían eco —unos días antes— de la inauguración de la gigantesca presa de Asuán, en Egipto, y comentarían —una semana después de que aflorase el petróleo en La Lora— la condena a cadena perpetua del activista sudafricano Nelson Mandela, los ilusionados —y grandilocuentes— medios españoles hablaban de la «repercusión internacional» que tenía este descubrimiento.

Ya desde finales del siglo xix había noticias de la posible existencia de petróleo en la zona. Incluso en la primera mitad del xx se llegaron a realizar algunas rudimentarias extracciones que daban como resultado tres barriles diarios, pero fue a partir de 1959 cuando el monopolio estatal español CAMPSA se unió a las americanas Standard Oil of California y Texaco, fundando AMOSPAIN, cuando se dio un gran impulso a las prospecciones. Así, en mayo de 1964 empezaron las perforaciones en el Campo de Ayoluengo —nombre oficial de este sector, que abarcaba terrenos de Ayoluengo, Valdeajos y Sargentes de la Lora—, abriéndose el pozo Ayoluengo 1, que sería el que a mediodía de ese 6 de junio, cuando se alcanzaba una profundidad de 1.346 m, proyectó un chorro de unos 50 metros de altura que esparció alrededor de cinco o seis mil litros de petróleo por los campos circundantes sembrados de cereal. Se despertó entonces la euforia y se empezaron a hacer especulaciones sobre la cantidad y calidad de oro negro escondido bajo ese páramo y las grandes expectativas de futuro para la comarca y el conjunto de España.

AMERICANO
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Jaime Nuño González | Campos de petróleo de La Lora Fotos: Uno de los pozos en el año 2006. Jaime Nuño González

La explotación comercial empezó en 1967, con una concesión por parte del estado de 50 años, pero pronto se vio que este crudo tenía un contenido en arsénico y azufre que solo lo hacía apto como combustible industrial. Las dificultades para que el petróleo fuera impulsado de forma natural hacia el exterior por la propia presión de los pozos obligarían a utilizar bombas de balancín, esos «caballitos» que poco a poco fueron poblando el paisaje de La Lora. Aun así, la producción durante los primeros años fue en aumento, llegándose a alcanzar los 5.200 barriles al día en 1969, cuando se habían sondeado ya 32 pozos, a los que se sumarían después otros 20. Ese fue el pico máximo, después la explotación fue cambiando de manos, la rentabilidad decayendo y las ilusiones naufragando. En 1988 la extracción diaria había descendido a unos 1.080 barriles que en 2016 habían caído hasta los 100 o 150. El sueño se esfumaba, de modo que en 2017, cuando finalizó la concesión para las extracciones, el gobierno decidió no renovarlas y ahí acabó ese paréntesis de anhelado sueño industrial en La Lora burgalesa.

Como ocurre muchas veces —casi siempre— con la explotación de los recursos naturales, los discursos que prometen de-

sarrollo, que anuncian empleo rebosante y un futuro opulento para las comarcas donde se encuentran, se acaban convirtiendo en un eco que poco a poco se disipa. Quienes hemos conocido la etapa última de estas explotaciones pudimos ver que Sargentes, Ayoluengo o Valdeajos finalmente poco se diferenciaban de otros pueblos de la comarca sin petróleo, donde el envejecimiento y la despoblación se habían convertido en mal endémico. Ya en 1979 el diario El País hizo un reportaje analizando la repercusión que habían tenido estas plantas en la zona después de los primeros 15 años de apertura de los pozos. El balance no podía ser más descorazonador: alguno de los pueblos había reducido ya su población en dos tercios y los habitantes poco o nada tenían que ver con las explotaciones. La periodista Lola Galán, que firmaba el reportaje, recogía el desconsuelo de los lugareños: «De aquí, de Valdeajos, no hay más que uno que trabaje en la compañía, y además se casó y vive en Vivar, los demás vienen de Burgos todas las mañanas». Reseñaba también la queja sobre las expropiaciones forzosas que hubo y el resquemor de haber sido engañados entonces, así como las promesas incumplidas de dineros nunca recibidos que tenazmente denunciaba en la prensa el sacerdote que

atendía esos pueblos, Joaquín Cidad Pérez, quien, por desgracia, ha fallecido mientras escribimos estas líneas. Pero las cifras siempre son armas de batalla y en 2018, cuando el cierre estaba consumado, el alcalde de Sargentes decía que «hay 20 familias del pueblo que viven directamente de esto, más los empleos indirectos».

Medio siglo duró ese sueño, pero como dijera Calderón, los sueños, sueños son… y un buen día hubo que despertarse. Hoy, con el campo petrolífero desmantelado y sin que haya vuelto a sembrarse, nos queda el recuerdo de lo que fue una gran ilusión —quizás también de una amarga frustración— y algunos testimonios de esa actividad reunidos en el Museo del Petróleo de Sargentes, cuya visita es muy aconsejable para entender este caso único en España. Ahora los campos de La Lora han vuelto a lo que fueron siempre: unos llanos duros, fríos y solitarios, aunque poblados por otro sueño, el de la energía eólica, el nuevo «maná». Por su pasado petrolífero se han convertido desde el 11 de marzo de 2022 en Bien de Interés Cultural con categoría de Conjunto Etnológico. Tal vez hubiera sido más apropiado considerarlo, si esta figura fuera posible en la aburrida burocracia administrativa, como los campos de los sueños rotos

La costa amalfitana | 55 Campos de petróleo de La Lora 55

LA EDICIÓN JACOBEA DE «LAS PIEDRAS CANTAN»

TERMINARÁ EN MARZO DE 2023 CON MÚSICA CLÁSICA, GÓSPEL Y CABARET

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cantan

La edición jacobea del ciclo musical Las Piedras Cantan llegará a su fin en 2023 con seis últimos conciertos que se celebrarán a lo largo del primer trimestre del año en las provincias de Burgos, Salamanca, Segovia, Soria y Zamora. En esta «recta final» habrá propuestas para todos los públicos, con recitales de música clásica, góspel e incluso un cabaret con música en vivo.

El primero de los conciertos será el 7 de enero en El Burgo de Osma, Soria. Allí, el organista e investigador Jesús Gonzalo López ofrecerá un recital del órgano en la catedral burgense; una auténtica joya, declarada Monumento Histórico Nacional, en la que se puede apreciar la huella de multitud de estilos artísticos, del románico al barroco del siglo xviii.

Sheila Blanco y las poetas de la Generación del 27

El 21 de enero, la pianista, compositora y cantante Sheila Blanco llegará a la segoviana Casa de la Moneda con «Cantando a las poetas del 27». Un concierto en el que quiere dar a conocer a «una generación de mujeres que resultaron invisibles en su época». Blanco pondrá música y voz a autoras tan relevantes como Concha Méndez, Elisabeth Mulder, Pilar de Valderrama o Ernestina de Champourcín, entre otras.

En febrero, concretamente el día 3, San Esteban de Gormaz, en Soria, acogerá una propuesta destinada tanto al público infantil, como a todos aquellos nostálgicos de tiempos pasados. El grupo de folk castellano Triguiñuelas ofrecerá, por tercera vez en Las Piedras Cantan, su espectáculo «Un día con el abuelo», que permite a los más pequeños conocer sus raíces e interpretar las canciones que cantaban sus antepasados, mientras aprenden y se divierten.

En marzo, música clásica, góspel y cabaret

Ya en marzo, la iglesia de Santa María de Miranda de Ebro acogerá un interesante concierto del Coro Góspel «Good News», uno de los más reconocidos de este género en España y en festivales internacionales de toda Europa. El día 4, la agrupación presen-

tará un repertorio que va desde la música africana al góspel contemporáneo, pasando por los espirituales negros tradicionales y la música soul

El 11 de marzo llegará una de las propuestas más atrevidas y divertidas del festival. El teatro Juan del Enzina de Salamanca acogerá el espectáculo de variedades «Cabaret en vivo» de Lady Veneno y Cía, de Teatro Consentido. Un show divertido y dinámico en el que se mezclarán humor, música en directo, monólogos, magia, coreografías y erotismo y en el que el público será «uno más».

El broche de oro será un último concierto, en el que, bajo la dirección de Asier Puga, 16 músicos de la OSCYL, la Orquesta Sinfónica de Castilla y León, interpretarán «Das Lied von der Erde» («La canción de la tierra»), de Gustav Mahler en la versión realizada por Iain Farrington, con la mezzosoprano Astrid Norstad y el tenor David Danholt como solistas. Será el 31 de marzo en el Teatro Ramos Carrión de Zamora.

Dinamizar el arte y el patrimonio a través de la música

La edición jacobea de Las Piedras Cantan echó a andar el pasado mes de abril, gracias a la financiación de la Junta de Castilla y León y la colaboración de la Fundación Banco Sabadell. Durante todo este tiempo, ha perseguido tres claros objetivos: dinamizar el arte y el patrimonio a través de la música, potenciar a jóvenes artistas y dar a conocer lugares patrimoniales únicos, de gran interés histórico, vinculados a las rutas jacobeas.

Para cumplir estos retos, se han programado un total de 70 conciertos en 70 localizaciones relacionadas con los diferentes Caminos a Santiago que atraviesan Castilla y León. Hasta el momento, se han realizado ya 64 recitales en otras tantas localidades, que han congregado a cerca de 9.000 personas entre turistas, peregrinos y vecinos.

Visitas guiadas y talleres intergeneracionales

Además de llevar la música las rutas jacobeas, el proyecto busca involucrar a la sociedad en el conocimiento y puesta en valor de su patrimonio. Por ello, cada concierto va precedido de una visita guiada gratuita a los lugares donde se desarrollarán los recitales y también se están celebrando talleres musicales y de educación patrimonial intergeneracionales. Hasta el momento, ya se han beneficiado más de mil personas de estas actividades educativas.

Las piedras cantan | 57
Jaime García Prado

FUERA DE RUTA ALMONASTER

LA REAL

Castillo y antigua mezquita

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Almonaster la Real. Sala de oraciones con el mihrab a la derecha y el ábside a la izquierda. Foto: César del Valle Almonaster la Real. Imagen exterior de la mezquita. Foto: César del Valle

Montes rebosantes de castaños, encinares y dehesas por los que corretean unos moteados cerdos, origen de esa delicia gastronómica que es el jamón ibérico, por ejemplo, de la denominación de Jabugo. Son algunas de las peculiaridades de la Sierra de Aracena – Picos de Aroche, un parque natural situado al norte de la provincia de Huelva, en las estribaciones con Badajoz, que preserva una de las áreas boscosas más frondosas de la región mediterránea, refugio, a su vez, de una numerosa fauna donde destaca el lince, en peligro de extinción, el gato montés o la nutria.

En las faldas de la serranía se asienta Almonaster la Real, un municipio que presume, desde el 2018, de ser uno de los pueblos más bonitos de España, además de ser elegido, en 2022, por el periódico británico Times como la población más bella del país. Gran parte de esas distinciones se deben a su antigua mezquita, uno de los edificios más singulares y, por ende, extraordinarios de nuestro patrimonio. Sus muros encierran un crisol de culturas y de devociones, tanto religiosas como profanas, en un recinto que atesora más de mil setecientos años de historia. Hay que remontarse a la época califal, en torno al siglo x, para datar

la fábrica, de nueva planta, del castillo y la mezquita. Sin embargo, entre los elementos constructivos del templo se reutilizaron materiales romanos del siglo i – ii d.C. visibles en columnas y capiteles corintios. También se hallaron restos de un cancel, un iconostasio, un cimacio y una lápida de época visigoda. Cuenta la tradición que el edificio árabe reaprovechó el lugar de emplazamiento de un antiguo espacio sagrado romano, posteriormente convertido en una iglesia o cenobio visigodo, denominado por los musulmanes como Almunnastyr, traducido como el monasterio, de donde derivaría el actual topónimo de la localidad. Sea cierto o no, ya que no conocemos elementos arqueológicos o documentales que aseveren tal afirmación, fue habitual la reutilización de antiguos centros religiosos por diferentes culturas, de igual manera que harán los cristianos con posterioridad.

El templo, cuya imagen actual no difiere en exceso de la original, presenta una estructura típica basada en un patio de abluciones, parcialmente excavado en la roca, a través del que se accede a la sala de oraciones de cinco naves que discurren de manera transversal a una quibla quebrada en su eje para alojar el mihrab. Culminaba el conjunto un minarete exterior, recrecido en época cristiana, cuya estructura presentaba simi-

litudes al de la mezquita de Córdoba.

A mediados del siglo xiii, las órdenes militares portuguesas conquistaron el territorio de Almonaster, pero fue el rey castellano Alfonso X el Sabio quien se encargó de repoblar el territorio. Los cristianos ocuparon el castillo y reutilizaron la antigua mezquita como iglesia, dedicándola a Nuestra Señora de la Concepción. Para ello reorientaron el templo hacia el este con la construcción de un ábside semicircular en estilo mudéjar con reminiscencias románicas, a la manera de otros edificios cercanos como la interesante ermita de San Mamés de Aroche (Huelva). Con el paso del tiempo se fueron realizando otras modificaciones como la transformación de los primitivos arcos de herradura a medio punto o la conversión del patio de las abluciones en una capilla bautismal.

El ocaso del periodo de embestidas bélicas y la gradual conquista de Al-Ándalus provocaron que los almonastereños fueran abandonando la protección de los muros de la fortaleza para ocupar los terreños aledaños, como indica la construcción en el siglo xiv de la parroquia de San Martín. El centro religioso, convertido en una ermita, y el castillo fueron siendo progresivamente abandonados para, en otra vuelta de tuerca a su dilatada historia, acoger, durante el siglo xix, la función de hospital y construir, en la misma época, una plaza de toros, culminando la estampa de un recinto excepcional que, pese a sus múltiples avatares, preserva la única mezquita medieval rural prácticamente intacta de España.

César del Valle

NOTARIOS DEL TIEMPO

PUENTE DE PORTUGALETE EL ALIRÓN DE LA REVOLUCIÓN INDUSTRIAL EN EL PAÍS VASCO

La tradición marinera y el hierro han estado ligadas al pueblo vasco desde tiempos remotos. Tras la revolución industrial surge en este territorio una potente industria siderúrgica y una nueva burguesía financiera que convierten a esta zona en uno de los polos de desarrollo más importantes de la península ibérica. Hasta aquí se desplazaron decenas de miles de emigrantes venidos desde todos los rincones de España para alimentar la floreciente industria vasca.

Símbolo de aquellos tiempos de esplendor es el puente colgante de Portugalete, el primero en su genero en el mundo, que aunaba en su concepción los dos pilares sobre los cuales se asentaba la economía del país: la industria siderúrgica y el transporte marítimo. La primera proporcionó el material con que se erigió la singular estructura, el segundo fue en parte responsable de su diseño para facilitar el acceso al mar de los grandes buques comerciales.

Desde el siglo xviii la industria del hierro en el País Vasco estaba sufriendo una decadencia que no parecía solventarse con la llegada de la Revolución Industrial, pero la invención del convertidor Bessemer capaz de convertir el hierro en acero a muy bajo coste supuso el impulso definitivo para volver a situar las ferrerías vascas en la cúspide, ya que la calidad del mineral vasco era muy superior a la de sus competidores.

Por otra parte, entre 1841 a 1880 se produce una eclosión del comercio vasco, hacía tiempo ya que el puerto de Bilbao había sustituido al de Santander en la exportación de los productos del interior, funda-

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Puente de Portugalete al anochecer.

mentalmente lana y cereal. A esto ayudaba la eliminación de las últimas trabas aduaneras supervivientes del Antiguo Régimen, la aduana del Ebro se trasladó a la costa lo que permitió un tráfico fluido no sólo con el resto de España, sino también hacía los mercados internacionales. Desde la ría del Nervión se transportaban los productos de la poderosa industria siderúrgica a la vez que la población entorno a Bilbao iba aumentando a pasos agigantados.

Fruto de las necesidades de esta nueva población surgió la idea de unir la margen izquierda de la ría de Bilbao con el acceso a las playas de Guecho donde se hallaban diversos balnearios. El barrio de Portugalete, tradicionalmente obrero, contaba en aquella época con una incipiente y enriquecida burguesía industrial que buscaba solazarse en las playas del Cantábrico.

El reto era mayúsculo, ya que debía salvar no solo un ancho y profundo vado, sino también permitir que el tráfico marítimo continuara sin interrupciones. Se pensó en soluciones ya conocidas, pero fue el empeño del arquitecto e ingeniero vasco Alberto Palacio y Elissague quien dio con la clave del asunto, construir un puente transbordador de hierro que contara con una barquilla suspendida por cables metálicos

a ambas orillas. La barquilla sería movida por maquinaria hidráulica para permitir el paso de los peatones.

Alberto se había criado en el barrio de Portugalete, tras unos primeros estudios en Carrión de los Condes y su licenciatura en Barcelona, marchó a París donde entró en contacto con las últimas tendencias arquitectónicas y personajes como Gustave Eiffel o Ferdinand Arnodin, este último será el constructor que lleve a cabo su proyecto del puente transbordador.

La construcción comenzó en 1893 y se completó en 1898. El diseño original fue reemplazado con un motor eléctrico a principios del siglo xx. El puente transbordador fue un éxito desde el principio y se convirtió en una obra maestra de la ingeniería civil. A diferencia de otros puentes, este estaba diseñado para moverse sobre rieles y era capaz de levantar su parte central para que los barcos pasaran por debajo sin tener que detenerse. Esto ahorraba mucho tiempo a los viandantes, quienes ya no tenían que esperar horas a que el puente se abriera y cerrara.

Estas innovaciones tecnológicas sirvieron de modelo para la construcción de muchos puentes similares en Europa, África y las Américas, aunque solamente quedan

ocho de estas características, la mayoría de ellos construidos por Ferdinand Arnodin, que tras la construcción de éste tuvo una larga y prolífica carrera.

Fue declarado Patrimonio de la Humanidad de la Unesco en 2006, convirtiéndose en el primer Patrimonio Industrial reconocido en nuestro país, añadiendo a su función comercial el reclamo turístico, aunque ya era objeto de atracción de visitantes desde su construcción. Para mejorar la gestión de esta actividad, en 2005 se abrió el Centro Interpretativo del Puente de Vizcaya, que ofrece al público una vista panorámica y una exposición interactiva sobre la historia del puente.

Era conocido entre los mineros vascos el canto del ¡Alirón!, la celebración de estos ante la aparición de una veta pura de hierro, la cual marcaban como all iron (todo hierro en inglés), lo que suponía un gran motivo de alegría para las cuadrillas al recibir por ello una paga extra. Con el tiempo el vocablo se adoptó en la jerga popular y ha llegado hasta nuestros días enmascarado en los festejos deportivos. El puente de Portugalete fue el Alirón particular de una generación, un testimonio de una época de esplendor ligada a la Revolución Industrial en el País Vasco.

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Vapor KONTZESI atracado en Bilbao. Fecha 1905-1913. Postal

UNA DE PREMIOS…

Dos décadas mimando el patrimonio desde el diseño

Se formó como Historiador, pero siempre tuvo un don especial para el diseño gráfico. Quizá, por eso, decidió combinar ambas facetas y, gracias a ello, lleva más de veinte años poniendo en valor el patrimonio, a través del diseño. Jesús Allende Valcuende, natural de Reinosa y alma mater del diseño de la revista que tienes en tus manos, ha sido galardonado con el premio «Trayectoria» del certamen Tipos, convocado por la Fundación Santander Creativa.

Es muy fácil distinguir los diseños de Jesús, Chus, para quienes le conocemos desde hace años. Todos llevan su impronta personal, el cuidado y el mimo con el que realiza cada trabajo y su capacidad para captar la esencia de aquello que ha de plasmar. Adora el minimalismo, rinde culto al «menos es más» y consigue con ello diseños

MHS, mención de honor en los Premios Viajar

limpios, aparentemente sencillos y, sobre todo, claros. Diseños con los que fácilmente consigue atrapar al espectador y con los que cualquiera puede identificarse, porque, como señalábamos al principio, tiene la rara habilidad de captar la esencia de las cosas, aquello que nos une.

En sus manos, lo difícil parece fácil. Pero, ojo, la experiencia es un grado y lo suyo le ha costado. Además del diseño de esta revista, es, también el creador de la imagen corporativa de la Fundación Santa María la Real, dado que trabajó en la institución durante cinco años y, hoy por hoy, sigue colaborando habitualmente, no solo con la revista, sino con el diseño de nuestro catálogo de actividades y de muchos de los proyectos que desarrollamos. Desde su estudio en Santander, bajo la marca porENDE,

en homenaje al pareado que conforman sus dos apellidos, ha creado la imagen visual de la Bienal Ibérica de Patrimonio Cultural (AR&PA), la gráfica expositiva para el centro de visitantes de San Pedro de la Nave, o la comunicación grafica de programas como Románico Norte o la restauración de la fachada de la Universidad de Salamanca. Desde aquí no podemos más que decir, gracias, Chus, enhorabuena y a seguir dando vida al patrimonio desde el diseño.

Otro premio más del que no podíamos dejar de hacernos eco. La revista Viajar, nos ha otorgado una mención de honor en sus premios 2022 en reconocimiento a nuestra apuesta tecnológica por la conservación y gestión del patrimonio, así como por facilitar la consecución de un turismo cultural sostenible.

Nuestros compañeros Paula Conte, directora del área de Turismo, Cultura y Patrimonio, y José Carlos García, técnico de MHS, fueron los encargados de recoger el galardón, que reconoce el trabajo y la evolución de nuestro sistema de conservación del patrimonio MHS. ¿Nuestro reto? Dotar a los gestores de patrimonio cultural de una herramienta tecnológica compuesta de hardware y software que facilite las labores

de gestión, conservación y difusión del patrimonio.

Hoy por hoy y, gracias al trabajo de todo el equipo, no solo atendemos a las necesidades de gestores de bienes y destinos, sino que colaboramos con el grupo Ciudades de Patrimonio, con Segittur, con Smart cities y con DTIs emergentes que no quieren dejar atrás la seguridad y sostenibilidado. MHS no es solo tecnología, sino también conocimiento para facilitar una gestión integral del patrimonio, orientada a lograr un turismo sostenible.

Durante las últimas cuatro décadas, hemos llevado a cabo más de 600 intervenciones en bienes patrimoniales y hemos monitorizado y conectado en red más de un centenar de espacios. Hemos participado en más de cuarenta proyectos de I+D+i y hemos recibido más de medio centenar de premios. A los que se suma este nuevo galardón, otorgado por la revista Viajar, que nos anima a seguir apostando por el patrimonio como valor y eje de desarrollo de los territorios.

62 | Una de premios

Actividades de la Fundación Santa María la Real del Patrimonio Histórico

VIAJES

SEVILLA

Marco de ópera

Del 27 al 30 de marzo

Sevilla conquista por sus paisajes, sus edificios, sus callejuelas, son espacios que sirvieron de inspiración para enmarcar las más grandes obras operísticas de la Historia. Mediante una ruta cultural ofreceremos una visión diferente de la ciudad, a través de la cual, los viajeros podrán contemplar los edificios más emblemáticos desde un punto de vista emocional, lleno de historias e intrigas, más allá de la belleza de sus monumentos.

CURSOS

III CURSO SOBRE ROMÁNICO Y LITURGIA (ONLINE)

Del 27 al 30 de marzo

En marzo tendremos una nueva edición de este curso online que aborda la relación entre los edificios románicos y la liturgia asociada a ellos. Durante tres días, seis reconocidos expertos medievalistas abordarán asuntos como la música de las fiestas del año, las imágenes milagrosas, las biblias atlánticas o la ritualización de la muerte en tiempos del románico, entre otros.

CENTRO EXPOSITIVO ROM

CENTRO ROM: ROMÁNICO Y TERRITORIO

¡Ven a visitar nuestra casa, el monasterio de Santa María la Real en Aguilar de Campoo! Aquí, de la mano de nuestros historiadores, descubrirás no solo la historia de tan singular y emblemático edificio, sino que podrás sumergirte en el románico del territorio.

Consulta nuestros horarios y tarifas en santamarialarealmuseorom.com o en el teléfono 979 123053, ¡te esperamos!

ORNAMENTOS ARQUITECTÓNICOS

EL PATRIMONIO EN TUS MANOS

Un trabajo artesanal, de principio a fin, hecho a mano en nuestros talleres de Aguilar de Campoo. Pequeñas y grandes maquetas, piezas únicas, exclusivas, que representan los principales monumentos del patrimonio nacional e internacional. Te invitamos a consultar el catálogo de nuestra tienda online y elegir la pieza que más te guste…

Descuento de 30 euros para Amigos del Patrimonio Información y reservas en culturviajes.org

Recuerda que, por ser Amigo del Patrimonio, cuentas con matrícula reducida en todos nuestros cursos. En este caso concreto, te ahorras 15 euros.

Recuerda que, como Amigo del Patrimonio, disfrutarás de 2 euros de descuento en la visita guiada.

15 % de descuento para Amigos del Patrimonio. Consigue tu maqueta en: www.tienda.santamarialareal.org o llamando al teléfono 979 125 000

Es divertido restaurar... el patrimonio

Queremos acercar a los más pequeños de la casa al mundo del patrimonio, la historia y la resturación. Porque, como bien sabemos en la Fundación Santa María la Real, solo aquello que se conoce y se valora, se respeta y se protege.

¡Ojalá, a través de estos juegos y actividades logremos despertar tu curiosidad e ingenio!

Eliminar la carcoma y reintegrar

divertidas actividades con las que jugar a ser restaurador del patrimonio

Esta escultura estaba llena de agujeros provocados por la carcoma, unos insectos que se comen la madera. Los restauradores le han aplicado un tratamiento especial y han sellado los agujeritos con una pasta blanca, para después colorearlos.

Te proponemos que, con la ayuda de un típex, termines de cerrar los agujeros negros y, una vez esté todo seco, reintegres el color con un tono lo más aproximado al original.

Alicatados

Los muros de un antiguo palacio estaban decorados con azulejos como estos. Como verás, están incompletos.

Seguro que eres capaz de completar las líneas y los colores que faltan siguiendo el mismo diseño que el original.

Busca aquí algunas ventajas de tu tarjeta de amigo del patrimonio o tarjeta mecenas

ÁVILA

PARA VISITAR

Basílica de los Santos Mártires Vicente Sabina y Cristeta de Ávila Plaza de San Vicente, 6 Tfno: 920255230 www.basilicasanvicente.es sanvicenteavila@gmail.com

Entrada reducida a los titulares de la tarjeta de Amigos del Patrimonio (2€).

PARA ALOJARSE

Casa rural El Zapatero de Sexifirmo Calle Tejedores, 4, 05500 Piedrahíta, Ávila Tfno: 636675176 maruvaquero@hotmail.com

Ofrece un 10% de descuento en senderismo, alquiler de bicicletas con y sin guía, excursiones a caballo y vuelos en parapente biplaza, además de un 5% de descuento (en temporada baja).

BURGOS

PARA VISITAR

Centro de iniciativas

turísticas de Lerma

C/ Audiencia 6, bajo Lerma 947177002 www.citlerma.com oficina@citlerma.com

25% dto. en la visita guiada a Lerma del Centro Iniciativas Turísticas de Lerma

Sala Picaso

Avda. de la Paz, 18 Tfno: 947277668, 947040788 salapicaso@gmail.com www.enmarcacionburgos.com Síguenos en redes sociales

10% dto. en obra de arte.

centro ROM

Precio reducido de 3 € para amigos del patrimonio

LEÓN

PARA VISITAR

Museo de la Indumentaria

Tradicional Leonesa

Plaza El Salvador, 4 Tercera planta Valencia de Don Juan

Tfno: 987750893

www.valenciadedonjuan.es

museos@valenciadedonjuan.es

50% dto. en el precio de la entrada.

Museo del Castillo de Valencia de Don Juan

Plaza Santo Domingo, s/n

Valencia de Don Juan

Tfno: 608771725

Museo de Dinosaurios

Ayuntamiento de Salas de los Infantes

Tfno.947397001

museodesalas@salasdelosinfantes.net

Tarifa reducida

Museo de Pintura y Paleontología y Museo de Etnografía / Ayuntamiento de Villadiego

Plaza Mayor, 1 Villadiego

Tfno: 947361700

www.villadiego.es ayuntamiento@villadiego.es

20% dto. en la entrada a los museos de pintura y paleontología, y de etnografía.

Espacio Medioambiental

Félix Rodríguez de la Fuente

Plaza de la Villa, nº 1 Poza de la Sal

Tfno: 947302024

www.pozadelasal.es pozadelasalturismo@gmail.com

50% dto. en la tarifa a las exposiciones.

Tarifa reducida: 0,50€

Museo Histórico de las Merindades de Medina de Pomar

Pza. del Alcázar, s/n

Medina de Pomar 09500

Tfno: 947190746

www.medinadepomar.org

patrimonio@medinadepomar.org museomerindades@medinadepomar.org

Entrada reducida al Museo Histórico de las Merindades

Museo Internacional de Radio Comunicación

Inocencio Bocanegra

Avda. Campo de los Deportes 18. Belorado

Tfno: 947580815 www.museobocanegra.com info@belorado.org

Tarifa general: 7€ Tarifa reducida: 5€ Niños gratis de 0 a 6 años. Solo visitable CON GUÍA. Grupo mínimo 5 personas de pago.

Sala Craquel, S.L. C/ Trinquete, 18 Peñaranda de Duero Tfno Móvil: 615025864 - 652456316 www.salacraquel.es nacho@salacraquel.es

20% dto. en pintura, escultura y cristal. 10% dto. en cerámica y muebles.

PARA ALOJARSE

Turismo, Ocio y Naturaleza

Barrio San Andrés, 14 San Adrián de Juarros

Tfno: 947251456

Tfno Móvil: 687812499 - 682882577 www.valledejuarros.com valledejuarros@hotmail.com

Alojamiento rural-Apartamento turístico 8 personas, 10% dto.Aventura rutas 4 x 4 hasta 8 plazas, 10%

www.valenciadedonjuan.es museos@valenciadedonjuan.es

50% dto. en el precio de la entrada. AYUNTAMIENTO DE PONFERRADA

Museo del Bierzo

Calle El Reloj, 5, 24401, Ponferrada, (León)

Tfno.: 987 414 141

www.ponferrada.org

recepcionmbierzo@ponferrada.org

Entrada gratuita, bonificación 100 %

Museo de la Radio Luis del Olmo

Calle de Gil y Carrasco, 7, 24401, Ponferrada, (León)

Tfno.: 987 456 262

www.ponferrada.org

recepcionmradio@ponferrada.org

Museo del Ferrocarril

Calle alcalde García Arias, 7, 244002, Ponferrada, (León)

Tfno.: 987 405 738

www.ponferrada.org

recepcionmferrocarril@ponferrada.org

Entrada gratuita, bonificación 100 %

PARA COMPRAR

Ángel Cantero Galería de Arte

C/ Juan Madrazo, 25.

Tfnos: 987242354 / 687407527

www.angel-cantero.com

galeria@angel-cantero.com

Descuento de un 10% en la compra de obras de arte (20% en pinturas propias).

2 | La costa amalfitana
Sumérgete en la historia con nuestro nuevo video mapping Monasterio de Santa María la Real Aguilar de Campoo

PALENCIA

PARA VISITAR

Fundación Eugenio Fontaneda. Castillo de Ampudia Castillo de Ampudia Ampudia

Tfno Móvil: 629768247 - 699484555 www.castillodeampudia.com info@castillodeampudia.com

Tarifa especial (1€) en la visita a la colección Eugenio Fontaneda: salas de arqueología, etnografía, farmacia, juguetes y muñecas antiguas, armas y aparatos musicales y arte sacro.

Museo del Cerrato Castellano de Baltanás

C/ La Virgen, 16 Baltanás

Tfno: 979112010

Tfno Móvil: 672145930 www.museodelcerrato.es info@museodelcerrato.es

Entrada reducida (2€) a los titulares de la tarjeta de Amigos del Patrimonio.

PARA ALOJARSE

Casas Rurales «El Uncar» Ctra. De la Magdalena, 36 Castrejón de la Peña 609812148 davidcorpe@hotmail.com www.eluncar.es

15% dto. en las cuatro casas rurales (2,4 o 6 personas) presentando una tarjeta de Amigos del Patrimonio por casa

El Molino de Salinas   Paseo del Molino s/n Salinas de Pisuerga (Palencia)

Tfno: 979 122000

www.alojamientosconhistoria.com reservas@alojamientosconhistoria.com

15% dto. en los servicios de restaurante y alojamiento.

Posada de Santa María la Real Avenida de Cervera s/n

Aguilar de Campo (Palencia)

Tfno: 979 122000 www.alojamientosconhistoria.com reservas@alojamientosconhistoria.com

15% dto. en los servicios de restaurante y alojamiento.

En el restaurante ofrecen gastronomía tradicional Castellana y platos elaborados con productos de primera calidad. Distancia entre mesas, salón privado y espacio de jardin.

Hotel Restaurante Tierra de Campos C/ La Fuente, 1 Osorno (Palencia)

Tfno: 979817216 www.hoteltierradecampos.com contacto@hoteltierradecampos.com

10% de descuento sobre precio tarifa.

SALAMANCA

PARA VISITAR

Castillo de los Duques de Alba

Ayuntamiento de Alba de Tormes

Pza. Mayor, 1. Alba de Tormes

Tfno: 923300024. www.villaalbadetormes.com. cultura@villaalbadetormes.com

50% dto en la entrada al Castillo de los Duques de Alba.

Ayuntamiento de Vilvestre Plaza Mayor S/N Vilvestre

Tfno: 923524623 www.vilvestre.es info@vilvestre.com

Entrada al museo prehistórico + Paseo en barco por el Duero (en horario regular y previa reserva telefónica)= 15€, 2€ dto. para grupos de mínimo 15 personas.

VINARIUS. Guardería de Vinos y Posada Rural C/ Calzada, 8 Castellanos de Villiquera

Tfno Móvil: 659 955 955

Tfno: 923 320 329 www.vinarius.es vinarius@vinarius.es

Acceso la cava romana de Vinarius (declarada Patrimonio etnológico y etnográfico por la Junta de Castilla y León) reservada únicamente para los socios y extensible para los Amigos del Patrimonio y Desayuno incluido (contratando la estancia) en la Posada Rural.

PARA VER

Teatro Nuevo Fernando Arrabal Casa Municipal de Cultura, Plaza del Conde, 2 Ciudad Rodrigo

Tfno: 923461862

Tfno Móvil: 664403277 www.aytociudadrodrigo.es teatronuevo@aytociudadrodrigo.es

30% dto. en las entradas para la programación de la red de teatros de Castilla y León.

PARA ALOJARSE

Hotel Domus Real Fuerte de la Concepción

Avda. de Portugal, s/n

Aldea del Obispo

Tfno: 923109990 www.hoteldomusrealfuerte.com recepcion@ esurostarsfuertedelaconcepcion.com

10% dto. en alojamiento y restauración, oferta no acumulable con otras promociones. Consultar disponibilidad. Reapertura en abril/mayo de 2022

OTROS SERVICIOS

Uffizzi Conservación y Restauración de Bienes Culturales S.L.

Teso de la Feria 35-37, Local 1. 37008 Tfno: 923255787 www.uffizzi.net. uffizzi@gmail.com

Presupuesto gratuito sin compromiso.

SEGOVIA

PARA VISITAR

AYUNTAMIENTO DE SEGOVIA

Area de Turismo

C/ Judería Vieja, 12 Tfno: 921460354 www.turismodesegovia.com www.segovia.es

Ofrece entrada reducida en: Casa-Museo Antonio Machado C/ Desamparados, 5 Tfno: 921460377 informacion.casamachado@ turismodesegovia.com

Tarifa de la entrada: 2€ (incluye Audioguía).

Centro Didáctico de la Judería de Segovia

C/ Judería Vieja, 12 Tfno: 921462396 juderia@turismodesegovia.com

Entrada gratuita para quienes presenten la Tarjeta

Colección de Títeres de Francisco Peralta

C/ Puerta de Santiago, 36 Tfno: 921460501 titeres@turismodesegovia.com www.titeres.turismodesegovia.com

Entrada gratuita para quienes presenten la Tarjeta (incluye audioguía)

Espacio Informativo de la Muralla-Puerta de San Andrés Plaza del Socorro, 2 y 3 Tfno: 921461297 Informacion.muralla@ turismodesegovia.com

Entrada gratuita para quienes presenten la Tarjeta

Real Casa de Moneda y Centro de Interpretación del Acueducto C/ de la Moneda, s/n Tfno: 921475109 www.casamonedasegovia.es casademoneda@turismodesegovia.com

Tarifa de la entrada: 3,00€ (incluye Audioguía)

Acture de Coca S.C.

Castillo de Coca.

C/ Domingo Conde 13. Coca Tfno: 617573554

visitascastillodecoca@hotmail.com

Descuento en las entradas. Tarifa reducida en las visitas al Castillo de Coca.

Centro de Interpretación de la Antigua Cárcel de Sepúlveda Plaza del Trigo. 6 - Sepúlveda Teléfono: 921540425

turismo@sepulveda.es www.turismosepulveda.es

Entrada reducida (2€) para todos los titulares de la tarjeta.

Museo de los Fueros Sepúlveda Teléfono: 921540425 turismo@sepulveda.es www.turismosepulveda.es

Entrada reducida (2€) para todos los titulares de la tarjeta

PARA COMPRAR

Pastelería Yagüe Cumple 100 años C/Bruno Ortega, 10 El Espinar 921182121 payp13@yahoo.es

10% de descuento sobre productos elaborados

PARA ALOJARSE

Casa Rural «El Acebo» C/ Rafael Matesanz, 7. Prádena Tfno: 921507260 921429202 Tfno Móvil: 699091442 www.el-acebo.com acebo@tursegovia.com

10% dto. en alojamiento casona ganadería del siglo xviii rehabilitada. Habitaciones dobles con baño, alquiler individual o grupos. Rica comarca que ofrece posibilidades de contacto con la naturaleza, arte, historia y gastronomía. También se gestionan rutas.

SORIA

PARA VISITAR

Museo Magna Mater «Villa Romana La Dehesa»

Las Cuevas de Soria (Soria) Tfno Móvil: 660017854 - 626992549 www.villaromanaladehesa.es info@villaromanaladehesa.es

50% dto. en la entrada

La costa amalfitana | 3

Museo Provincial del Traje Popular Plaza Mayor, 1 (Palacio de los Hurtado de Mendoza)

Morón de Almazán (Soria)

Tfno Móvil: 626992549 - 660017854 www.museotrajepopularsoriano.es info@museotrajepopularsoriano.es

50% dto. en la entrada

PARA VER

Teatro Palacio de la Audiencia Plaza Mayor, s/n

Tfno: 975234100 - 975234117 www.teatropalaciodelaaudiencia.com cultura@soria.es

Acogerse a los descuentos que se realizan habitualmente a distintos colectivos, incluidos Amigos del Patrimonio.

PARA COMPRAR

Asociación de Amigos del Castillo de Berlanga

C/ Daniel Ruiz Montejo, 27 - Casa de Cultura Berlanga de Duero castillodeberlanga@gmail.com

Descuento del 10% y envío gratuito en los libros de fotografías y en el de «El Castillo de Berlanga».

VALLADOLID

PARA VISITAR

Asociación para la Restauración y Conservación de los Templos Iglesia de Santa Cruz

C/ Lázaro Alonso s/n Medina de Rioseco

Tfno: 983725026 / 640942866

www.arterioseco.es info@arterioseco.es

Tarifa reducida en la entrada a los Museos que gestiona la Asociación: Museo de Semana Santa de Medina de Rioseco, Iglesia de Santa María de la Asunción (capilla de los Benavente), Iglesia de Santiago.

Aster Magonia

C/ La Trilla, 14 Medina del Campo

Tfno: 983810063 / 687488004 www.astermagonia.com info@astermagonia.com

Tarifas especiales en las visitas:Castillo de la Mota de Medina del Campo. - Palacio Real Testamentario. - Torre de la Colegiata de San Antolín.

Centro de Interpretación del Movimiento Comunero Castillo de Torrelobatón, Plaza Mayor, 1. Torrelobatón

Tfno: 983563413 / 665834753 www.torrelobaton. ayuntamientosdevalladolid.es castillotorrelobaton@hotmail.com

30% dto. en el precio de entrada a los Amigos del Patrimonio.

Fundación Joaquín Díaz

C/ Real, 4. Urueña

PARA ALOJARSE

Hotel Castilla Termal Burgo de Osma

C/ Universidad, 5 El Burgo de Osma

Tfno: 975341419 www.castillatermal.com reservas@castillatermal.com

Ventajas exclusivas, descuento del 10% sobre tarifa de alojamiento con independencia de la fecha, inclusive tarifa 2º Juventud (programa específico para mayores de 60 años).

Descuento 10 % sobre carta de tratamientos, piscina termal y circuito de contrastes. Además, descuento del 5% sobre los PVP de nuestros bonos regalo. No aplicable a promociones puntuales ni tarifas no reembolsable

Tfno: 983717472 www.funjdiaz.net info@funjdiaz.net

Acceso gratuito a los museos y colecciones de la Fundación que se exponen al público.

Fundación Las Edades del Hombre Monasterio de Santa María de Valbuena 47359 San Bernardo

Tfno: 983683159 feh@lasedades.es www.lasedades.es

10% dto. en el catálogo y DVD de la exposición ECCE MATER TUA-LUX

Fundación Museo de las Ferias

C/ San Martín, 26 Medina del Campo

Tfno: 983837527

www.museoferias.net

fundacion@museoferias.net

Entrada gratuita.

Museo y centro didáctico del encaje de Castilla y León

C/ Carnicerías, 6 Tordesillas

Tfno: 983796035

Tfno Móvil: 649790543

www.museoencaje.com

museo@museoencaje.com

Abre nueva filial en la provincia de León: C/ Real Nº7 CP. 24738 Villar del Monte(León)

50% dto. en la entrada individual a los Amigos del Patrimonio y 1€ por persona en grupos de hasta 25 personas.

PARA VER

Cielo y Tiedra, S.L.

C/ Pago del Val, s/n. Tiedra

Tfno: 983038041

Tfno Móvil: 660 028 282 www.cieloytiedra.com info@cieloytiedra.com

Apertura en primavera

Tarifa reducida a los Amigos del Patrimonio (12€ entrada nocturna).

PARA ALOJARSE

Hotel Castilla Termal

Monasterio de Valbuena

C/ Monasterio, s/n

San Bernardo - Valbuena de Duero, Valladolid

Tfno: 983683040 www.castillatermal.com reservas@castillatermal.com

Ventajas exclusivas, descuento del 10% sobre tarifa de alojamiento con independencia de la fecha, inclusive tarifa 2º Juventud (programa específico para mayores de 60 años).

Descuento 10 % sobre carta de tratamientos, piscina termal y circuito de contrastes. Además, descuento del 5% sobre los PVP de nuestros bonos regalo. No aplicable a promociones puntuales ni tarifas no reembolsable

Hotel Castilla Termal

Balneario de Olmedo

C/ Pago de Sancti Spiritus, s/n Olmedo

Tfno: 983600237 www.castillatermal.com reservas@castillatermal.com

Ventajas exclusivas, descuento del 10% sobre tarifa de alojamiento con independencia de la fecha, inclusive tarifa 2º Juventud (programa específico para mayores de 60 años).

Descuento 10 % sobre carta de tratamientos, piscina termal y circuito de contrastes. Además, descuento del 5% sobre los PVP de nuestros bonos regalo. No aplicable a promociones puntuales ni tarifas no reembolsable

OTROS SERVICIOS

Xtrañas Producciones

C/ Pico de Urbión, 4, 47013 Valladolid Tfno: 983101710 / 639483818 producciones@xtranas.com www.xtranas.com

10% dto. en el alquiler de equipos de sonido o escenarios y en el cachet de grupos (jazz, clásica, flamenco, teatro…)

Carburantes Yagüe S.L. Estación de Servicio y Gasóleos a Domicilio Ctra. A6 Madrid - La Coruña, km 202. Mota del Marqués Tfno: 983780196 yagüecarburantes@yahoo.es

Descuento de 0,015 €/litro en gasolinas y todo tipo de gasoleos.

10% dto. en compras en la tienda de la estación de servicios.

Seren, Imaginería y Restauración C/ del Cristo, 36 Nueva Villa de las Torres

Tfno: 983 819355/ 685272836 serenarte1@gmail.com

12% dto. en obra nueva - escultura, madera, piedra, bronce y policromías.

ZAMORA

PARA VISITAR

Museo Diocesano de Zamora Plaza de Santo Tomás, s/n Tfno: 980531933 www.diocesisdezamora.es/ delegaciones/ver-museo-diocesano-24 museodiocesanodezamora@planalfa.es museo.diocesano@diocesisdezamora.es Entrada reducida al Museo Diocesano de Zamora.

Pagos del Rey Museo del Vino Avda. Comuneros 90. Morales de Toro. Tfno: 980696763. www.pagosdelreymuseodelvino.com. rcastano@pagosdelrey.com

20% en la entrada en visita libre.

4 | La costa amalfitana

Serviocio Siglo XXI S.L.

C/ Cabrera, 6 - 8ºB. León

Tfno: 987223102

Tfno Móvil: 609261146

www.serviociosxxi.com serviocio@yahoo.es

25% dto. en la visita a la ruta arqueológica por los Valles de Zamora, Vidriales, Órbigo y Eria, y 10% en el resto de actividades que realiza.

OTROS SERVICIOS

Ayuntamiento de Toro Plaza Mayor, s/n. Toro Tfno: 980108101 info@toroayto.es alcaldia@toroayto.es

20% dto. en espectáculos culturales 50% dto. en la entrada a la visita de la Plaza de Toros y al Teatro Latorre.

FUERA DE CASTILLA Y LEÓN

PARA ALOJARSE

Hotel Castilla Termal

Balneario de Solares

C/ Sotelo, 13. Solares (Cantabria)

Tfno: 942521313

www.castillatermal.com reservas@castillatermal.com

Ventajas exclusivas, descuento del 10% sobre tarifa de alojamiento con independencia de la fecha, inclusive tarifa 2º Juventud (programa específico para mayores de 60 años).

Descuento 10 % sobre carta de tratamientos, piscina termal y circuito de contrastes. Además, descuento del 5% sobre los PVP de nuestros bonos regalo. No aplicable a promociones puntuales ni tarifas no reembolsable

OTROS SERVICIOS

2001 Técnica y Artesanía

Camí de l’Alquerieta, 23 Massanassa (Valencia)

961252222

www.campanasyrelojes.es info@campanasyrelojes.es

10% dto. en nuestros equipos, trabajos de restauración y servicios.

Paleoymas, S.L.

P. Empresarium

C/ Retama, 17 - Nace C-24

Cartuja Baja (Zaragoza)

Tfno: 976326565

www.paleoymas.com

jlbarco@paleoymas.com

5% dto. en prospecciones y catas. 5% dto. en honorarios, en estudios de impacto ambiental y redacción de proyectos de desarrollo cultural.

Torregris Piedra Natural

C/ La Marina, 14. Pol. Ind. La Vila Novetlé (Valencia)

Tfno: 655471267

www.torregris.com

angel@torregris.com

Proyectos en piedra natural, mármol o granito, esculturas, proyectos arquitectónicos. 5% de descuento en todos nuestros productos o servicios.

ORQUESTA SINFÓNICA DE CASTILLA Y LEÓN

Ofrece un importante descuento en el abono de temporada 2021/2022 a los Amigos del Patrimonio. Programación cuatrimestral y por turnos por el covid.

www.oscyl.com

www.centroculturalmigueldelibes.com

MUSEOS GRATUITOS EN CASTILLA Y LEÓN

Los usuarios de la Tarjeta de Amigos del Patrimonio tienen entrada GRATUITA en todos los Museos regionales de la Junta de Castilla y León (www.museoscastillayleon.jcyl. es) que se señalan a continuación:

ÁVILA

Museo de Ávila. Almacén Visitable de Santo Tomé el Viejo Pza. Italia s/n

Tfno: 920211003 museo.avila@jcyl.es

Museo de Ávila. «Casa de los Deanes»

Pza. Nalvillos, 3 Tfno: 920211003 museo.avila@jcyl.es

BURGOS

Museo de Burgos. «Casa de Miranda» C/Miranda, 13

Tfno: 947265875 museo.burgos@jcyl.es

LEÓN

Museo de León

Pza. Santo Domingo, 8 Tfno: 987236405 www.museodeleon.com museo.leon@jcyl.es

«Convento San Marcos». Museo de León

Pza. San Marcos, s/n Tfno: 987245061 museo.leon@jcyl.es

PALENCIA

Museo de Palencia. «Casa del Cordón»

Pza. del Cordón s/n Tfno: 979752328 museo.palencia@jcyl.es

SALAMANCA

Museo de Salamanca. «Casa de los Doctores de la Reina»

Pza. Patio de las Escuelas Menores, 2 Tfno: 923212235 museo.salamanca@jcyl.es

SEGOVIA

Museo de Segovia

Casa del Sol C/ Socorro, 11 Tfno: 921463348 museo.segovia@jcyl.es

Museo Zuloaga. Iglesia de San Juan de los Caballeros

Pza. San Juan de los Colmenares, s/n Tfno: 921463348 museo.segovia@jcyl.es

SORIA

Museo Numantino

Pº del Espolón, 8 Tfno: 975221397 museo.soria@jcyl.es

Monasterio de San Juan de Duero

Pza. de las Ánimas, s/n Tfno: 975221397 museo.soria@jcyl.es

Ermita de San Baudelio de Berlanga Casillas de Berlanga. Tfno: 975221397 museo.soria@jcyl.es

Museo monográfico de Tiermes Montejo de Tiermes

Yacimiento Arqueológico de Tiermes Tfno: 975352051 museo.soria@jcyl.es

Yacimiento Museo Arqueológico de Ambrona Ctra.Torralba-Miño de Medinaceli, km 3,1 Ambrona Tfno: 975221397 museo.soria@jcyl.es

Yacimiento Museo Arqueológico de Numancia Garray

975180712

museo.soria@jcyl.es

VALLADOLID

Museo de Valladolid. «Palacio de Fabio Nelli» Pza. de Fabio Nelli, s/n

Tfno: 983351389

museo.valladolid@jcyl.es

ZAMORA

Museo Etnográfico de Castilla y León (Fundación Siglo)

C/Sacramento, s/n

Tfno: 980531708/508269

www.museo.etnografico.com biblioteca@etnografico.org

Museo de Zamora. «Palacio del Cordón»

Pza. Santa Lucía, 2

Tfno: 980516150 museo.zamora@jcyl.es

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